|
|
| Bienvenida. (Helena Vanderbilt) | |
| | |
Autor | Mensaje |
---|
Helena Vanderbilt
Mensajes : 205 Fecha de inscripción : 10/05/2012
| Tema: Re: Bienvenida. (Helena Vanderbilt) Lun Feb 25, 2013 11:27 pm | |
| Ella se deja cargar y llevar tranquilamente, como si de una muñeca de trapo se tratara, ya que no es que pensara huir sino no quería estar en el apartamento de él si aquel hombre está enojado con ella, ya que bastante que ha invadido su espacio personal y que él intentara cederle su habitación luego de descubrir el expediente era un gesto caballeroso por su parte pero inadecuado porque ella sólo quería estar en la habitación si estaba con él. Se deja sentar y lo observa hacer pero se dispone a responder, ya que quiere ser sincera y honesta con él. –Sé que es difícil confiar en mi y de igual manera lo es para mi en ti, pero intentaré hacerlo, y no es que quisiera huir.- Deja aquella frase abierta y toma aire, ya que se anticipó a hablar y no había ingresado suficiente oxígeno a su organismo para continuar con sus palabras. –Sólo pensé que ya no querías estar cerca, y no iba a sacarte de tu propia habitación.- Aquellas palabras suenan algo cínicas de su parte pero era la verdad, ya que en el fondo ella esperaba que él no cediera en dejarle su habitación. Lo obedece y se mantiene inmóvil al momento que él se va y al ver como camina de vuelta con un saco sonríe y baja sus manos, para retirar sus tacones azabache de sus pies, no sólo como un gesto de comodidad sino también para hacerle ver que no está va a alejarse nuevamente, un gesto que espera el entienda por lo menos de forma subliminal y dejando que él le coloque aquella nívea prenda encima, bajando su rostro para inhalar de forma profunda, sintiendo el aroma del ángel en aquella prenda y sonriendo, de forma natural y no tan arrogante o engreída como siempre suele hacerlo.
-Si lo fuera no sería tan interesante. ¿No crees?- De forma casi inconsciente su cuerpo se mueve y su cabeza queda recargada en el hombro de él, reposando cómodamente en aquel lugar pero de forma que aún puede verlo perfectamente, moviéndose también para quedar muy cerca del juez del Regeln, sintiendo su calor y notando como él sigue desnudo de la cintura para arriba, lo cual la hace negar con la cabeza y quitarse el saco para ponérselo a él, ya que es más probable que él tenga frío que ella lo tenga. –Te vas a enfermar, angelito.- A pesar de decirle como suele mencionarle para fastidiarlo, lo dice con un extraño tono cariñoso, girando su torso para quedar de frente a él, dejándole el saco que él le había ofrecido antes y no sólo eso, toma una de las manos del hombre entre las propias y la frota un poco, acercándosela a los labios para exhalar, de forma que su aliento la caliente y sin poder resistirse a la tentación de rozar apenas un poco sus labios con sus dedos, pero prioritariamente intentando calentarlo, ya que en el exterior hacía frío y él había salido a buscarla casi sin ropa.
| |
| | | Gerard Lightblade Admin
Mensajes : 182 Fecha de inscripción : 07/05/2012 Localización : Aquí y allá
| Tema: Re: Bienvenida. (Helena Vanderbilt) Lun Feb 25, 2013 11:55 pm | |
| Un gesto serio y seco se forma en el rostro del joven, por segundos su mirada se posa en el suelo y finalmente termina por ceder formándose en sus labios una sonrisa bastante clara para finalmente negar con la cabeza, es verdad que esa característica en especifico por parte de la joven resultaba especialmente desesperante pero finalmente termina por causarle una leve risa al representante del Regeln que suspira cual si entendiera ahora sí que la batalla está perdida, sus ojos se cierran y niega con la cabeza, sin embargo en esta ocasión es únicamente por contestar al comentario de la demonio. –no te preocupes por algo tan simple como eso no me pasara algo como eso- menciona finalmente para acercarse un poco a la joven, su brazo se levanta un poco para terminar rodeando a la chica acercándola a si y observándola por un instante sin decir nada más. Sus ojos se cierran por un instante y finalmente el silencio comienza a manifestarse de una manera mucho mas notoria, aquel hombre permanece inmóvil y sin embargo aun queda bastante por decir.
-Solo trata de no hacer todas las cosas a tu manera, a veces solo complicas todo- menciono con un tono de decepción en sus palabras, y sin pensarlo mucho sus manos acercaron a la joven a si y posteriormente su cuerpo ayudo a levantarse de aquel lugar, sus pasos le dejaron delante de la joven y su mano se extendió, tomando la de la chica y levantándola para que por el efecto de la fuerza empleada para aquello ella quedara nuevamente entre sus brazos. –Deberías de ir a dormir de una vez- menciono en aquel instante para después volverla a cargar, una extraña sonrisa se formo en sus labios, aún y cuando no era la clase de personas que admitiría aquello, la realidad es que el tenerla entre sus brazos o cargándola era algo bastante grato. Sus pasos se detuvieron en la entrada de la habitación que pertenecía al ángel y con delicadeza bajo a la chica justo en la puerta de ella.
-Quizá debieras descansar ahora en verdad- menciono al dejar a la chica en aquel lugar, pese a no comportarse como el más reservado de los miembros del Regeln el ángel mantenía una postura perfecta y apenas su mano diestra paso sobre la mejilla de la demonio para después observar hacia un lado. Sus ojos observan aún a la chica y sin poder contenerse como le habría pasado durante el resto de aquella noche su cuerpo termina por inclinarse al frente para depositar un beso en los labios de la demonio abrazándola por segundos y acercándola a si, para después de ello retroceder lentamente dejando que la chica se aleje si desea, sus labios se despegan de los de ella y una sonrisa tranquila adorna los labios del joven que finalmente cede incluso en el abrazo.
| |
| | | Helena Vanderbilt
Mensajes : 205 Fecha de inscripción : 10/05/2012
| Tema: Re: Bienvenida. (Helena Vanderbilt) Mar Feb 26, 2013 12:08 am | |
| Asiente ante las palabras de él, dándole a entender que intentará medirse un poco, aunque no puede asegurar que no haga las cosas a su manera que siempre es más sencilla, pero por él puede hacer un mayor esfuerzo. Cuando lo ve levantarse toma con una de sus manos los tacones que ha dejado en el suelo, ya sin estar en sus pies y siente como el hombre toma su otra mano y la jala hacia él, dejándose levantar y manteniendo sujeto un tacón con el índice y el otro con el dedo medio para llevarlos consigo y no dejar un desorden en la casa del ángel, permitiendo que la sujete entre sus brazos, porque además que es muy cómodo ser llevada de aquella manera, debe de admitir que el contacto de sus cuerpos para ella es bastante agradable aunque sea contrario a su forma de ser el trato que acepta del peliblanco, ya que es una persona que le gusta hacer las cosas por si misma sin necesidad de ayuda extra que no necesita.
Cuando es colocada con suavidad de pie frente a él se deja rodear por sus brazos, rodeándolo con su brazo libre alrededor de su cuello, cerrándose sus párpados para cubrir sus ojos cuando el joven inclina su rostro hacia el propio y une sus labios a los de ella pero la mujer no lo deja alejarse, tan sólo susurra bastante cerca de él, abriendo sus orbes por apenas instantes. –Sólo si vienes conmigo.- Aquello es una respuesta a la sugerencia que él le hace para ir a descansar, pero inmediatamente vuelve a cerrar sus ojos y su mano se mueve de forma que se introduce nuevamente entre sus níveos cabellos, uniendo ella ahora a los labios de él de forma tan imperiosa como él lo habría hecho antes, necesitando esa unión de una forma inexplicable de forma que sus labios se mueven de forma firme, dejándose sentir sobre los ajenos por algunos instantes y luego alejándose para hacer más firme su petición que pinta más como una orden, tomando la mano del hombre con aquella mano que baja de sus cabellos hasta aquel lugar y jalándolo al interior de la alcoba para luego inclinarse, dejando sus tacones en un lugar donde no estorben sin soltar la mano de él, entrelazando sus dedos con los del hombre al que lleva sujeto y soltándolo apenas al llegar al lado de la cama donde había estado antes, sentándose en aquel lugar y observándolo fijamente, expectante, esperando que se recueste a su lado para poder acomodarse, esperando que él no desee irse de ahí y escapar al sofá o a otra habitación mientras sus piernas permanecen totalmente extendidas y sus manos se apoyan en el colchón para servirle de soporte.
| |
| | | Gerard Lightblade Admin
Mensajes : 182 Fecha de inscripción : 07/05/2012 Localización : Aquí y allá
| Tema: Re: Bienvenida. (Helena Vanderbilt) Mar Feb 26, 2013 12:34 am | |
| Por momentos decide no entrar siguiendo a la joven sus palabras habrían sido bastante claras y las acciones bastaban para provocar de nueva cuenta las reacciones del ángel que por instantes trata de atraparla entre sus brazos pero aquello es solo una reacción a medas, al momento que ella camina en dirección a la habitación. Su cuerpo se mantiene inmóvil y por instantes tiene que pensar si realmente continuara, sintiendo en aquel momento como su pierna diestra se adelantaría para que el continuara siguiendo a la chica. Sin decidirse rápidamente sus ojos se clavan en la chica y termina por acercarse de forma lenta a donde ella, recostándose a su lado y finalmente sintiendo una extraña incomodidad ante ello. El silencio continúa y por momentos admite que se siente fuera de lugar, no se trata de que no sea cómoda la cama o que la compañía sea desagradable simplemente no pensaba que eso fuera a pasar e incluso las acciones anteriores habrían quedado como algo que no estaba del todo claro en su mente.
Sin poder evitarlo sus brazos se abren un poco en aquel instante para rodear a la joven con uno de ellos acercándola a si, para servirle de almohada, la cercanía de la joven basta en aquel momento para provocar que se sienta más cómodo y sin poder evitarlo ni querer hacerlo sus labios bajan poco a poco comenzando a besar a la chica, primero de forma lenta y conforme aquellos movimientos se hacen apenas un poco mas marcados sus manos terminan por rodearla por la cintura buscando acercarse un poco más a ella y poco a poco inclinándose a donde ella se encuentra. Sin pensarlo mucho sus labios atrapan a los de la joven mordiendo un poco ellos y después soltándolos para bajar besando su cuello, sus manos liberan a la joven y posteriormente comienzan a rozar la ropa de la chica entrando en ella y subiendo por la espalda del demonio profundizando el beso.
-¿Encontraré otro expediente, o será acaso que descubriremos que tu eres en verdad la ladrona de las armas que buscas?- pregunto al momento que sus manos levantaron apenas un poco aquella prenda dejando libre únicamente la espalda y el abdomen de la joven y deteniéndose en aquel momento. Su mirada se clava fija en los ojos violeta del demonio y por instantes queda observándola fijamente al momento que termina por girar quedando sobre ella, sus manos se apoyan en el colchón evitando que ella se escape de aquel lugar, pero sobre todo con la intención de no dejar el total de su peso sobre la chica. -¿Debiera seguir buscando?- cuestiono con un tono que denotaba cierta diversión mientras sus labios bajaban hasta alcanzar el cuello de la chica.
| |
| | | Helena Vanderbilt
Mensajes : 205 Fecha de inscripción : 10/05/2012
| Tema: Re: Bienvenida. (Helena Vanderbilt) Mar Feb 26, 2013 1:17 pm | |
| Sus ojos se cierran al momento que los labios de él y los propios vuelven a unirse, bajando sus manos mientras acaricia su pecho, su abdomen, sus costados y luego vuelve a subir, dejando que el hombre levante su ropa, sintiendo ahora como ante la cercanía la piel de su abdomen roza con la del abdomen ajeno mientras sus párpados vuelven a abrirse al despegarse sus labiales y una sonrisa maliciosa y juguetona se forme en sus labios ante la pregunta realizada por el ángel. –Deberías requisarme, imagínate que otros documentos interesantes podría estar escondiendo.- Aquello es una respuesta con un tono provocador y retador, además de juguetón ya que es sólo para indicarle al juez que puede continuar sin ningún inconveniente, aunque ya era obvio que no tiene ningún otro expediente oculto.
Su rostro se ladea al bajar él sus labios al cuello de la demonio, mientras su espalda se arquea un poco al sentir su aliento acercarse cada vez más a su piel y sus brazos lo rodean al estar debajo de él, bajando mientras las yemas de sus dedos acarician su espalda, haciendo círculos en esta al descender y luego subir sin hacer ninguna forma particular. Su cabeza también se inclina hacia adelante, aprovechando la postura de sus cuerpos para abrir sus labios y dejar asomarse su lengua, la cual se desliza lentamente en la piel del cuello del ángel para volver a entrar en su boca y que sean algunos besos los que se encarguen de intentar hacer estremecer al hombre que sobre ella se encuentra, bajando sus labios por su hombro y luego volviendo a subir por su cuello para atrapar el lóbulo de su oreja, lamerlo y liberarlo instantes después, bajando su rostro para observarlo mejor, de una forma retadora y seductora, sin saber que él se atreverá a continuar.
| |
| | | Gerard Lightblade Admin
Mensajes : 182 Fecha de inscripción : 07/05/2012 Localización : Aquí y allá
| Tema: Re: Bienvenida. (Helena Vanderbilt) Mar Feb 26, 2013 2:36 pm | |
| La respuesta de la demonio provoca el actuar del hombre cuyas manos bajan lentamente por ella y terminan por levantarla un poco más en dirección a sí, una sonrisa similar a la de ella se muestra en los labios del peliblanco al momento que su rostro se levanta un poco con la intención de que ella pueda proceder de la manera que le agrade respecto a su cuello. Sus ojos terminan cerrándose y sus manos recorren la espalda de la demonio hasta toparse de nueva cuenta con aquella prenda que la joven aún lleva puesta. Los parpados se abren al notar como sus manos levantan poco a poco está dejando un poco más de la piel de la chica a la vista y por segundos la duda cabe en su mente, después de todo aquello no está bien, se habrán de romper bastantes reglas si se continuara con ello y pese a cualquiera que fuera la motivación se debía de de contener por el bien de la misión y por el objetivo primordial de la organización que representaba. Sin poder detenerlo sus manos detienen el avance y lentamente su cuerpo trata de despegarse del de la demonio. Su cabello cae un poco desordenado sobre su frente impidiendo la visión y al momento que su mano diestra se levanta para acomodarlo la mirada de la joven se encuentra con la de él.
-Una tregua- alcanza a recitar en un susurro apenas audible al momento que sus cuerpo se apoya al frente besando primeramente el cuello de la chica y poco a poco bajando por este, de forma tal que incluso sobre la ropa atrapa con los labios esta jalándola un poco y llegando al abdomen de la demonio para alcanzar la parte más baja de este justo donde la otra prenda de la chica se mantendría. Sus manos se apoyan sobre el colchón y sus labios recorren la piel de la demonio por el borde de aquella ropa alcanzando sus caderas, besándolas y mordiendo apenas la piel de ellas, para después subir de forma lenta por su abdomen, lamiendo la piel de la joven y probando el sabor tan peculiar que poseía. Nuevamente su accionar se detiene al momento que se encuentra de frente con aquella prenda, y sin embargo su mano izquierda responde al levantarse y llegar al borde de la misma, subiendo poco a poco la tela y dejando expuesta la piel , los costados de la mujer son alcanzados entonces por el leve roce de los labios del ángel y poco a poco , conforme el movimiento de su mano termina por despejar la piel son los labios de hombre los que alcanzan a lamer y besar la piel de la chica.
Con algo de habilidad inesperada en ese ámbito aquella prenda es removida por completo por el ángel cuyos labios toman su tiempo para recorrer el terreno inexplorado hasta ahora, pasando movimientos de lengua y labios, atrapando por momentos segmentos de la piel y terminando el recorrido al llegar a las clavículas de la demonio y finalmente subiendo hasta alcanzar su cuello. Su cuerpo continuaba el recorrido y conforme este avanza su torso queda sobre el de la joven sintiendo aquella peculiar sensación de su piel bajo la propia y su calor mezclado en perfecta proporción con la de él. Sus manos bajan entonces a la cintura de la chica y en el momento que sus labios atrapan los de ella, sus manos recorren su cintura, cadera, costados y posteriormente continúan por su pecho con un minucioso movimiento de caricias que sin embargo recorren cada espacio permitido de la piel de la demonio, y poco a poco suben hasta el cuello bajando finalmente para rodearla por la cintura al momento que termina girando para dejarle nuevamente sobre si.
Con dificultad notoria sus labios se despegan de los de ella y su aliento se mezcla por segundos con el de ella cual si al terminar el beso la respiración volviera. –Esto está mal, debería de saberlo, sin embargo estaría aún más mal negar lo que se desea, la mentira es un crimen también, ¿no crees?- cuestiono aquel hombre en un tenue susurro que se ahogo en el momento que su torso se levanta llevando a la joven entre sus brazos, alcanzando a sentarse y dejándola a él sobre si. Su rostro baja pronto al cuello de la demonio y sus manos recorren la espalda besando su piel de forma delicada por momentos, propia de aquella idea de los ángeles y por instantes tan apasionado que parecería más bien un acto simplemente humano. –Parece indicar que también ha tomado mi cordura, habrá que levantar un cargo más aunque el castigo por esa clase de robo es severo-. Menciono sin despegar mucho sus labios de la piel del cuello de la joven y conforme su rostro baja por la joven sus brazos toman la cadera de la chica acercándola a si de forma tal que la división entre sus cuerpos y los secretos que estos pudieran guardar quedarán en un punto mínimo.
| |
| | | Helena Vanderbilt
Mensajes : 205 Fecha de inscripción : 10/05/2012
| Tema: Re: Bienvenida. (Helena Vanderbilt) Mar Feb 26, 2013 3:02 pm | |
| Cada roce de sus labios y dedos por su piel parece enviar un pequeño impulso eléctrico por su columna hasta su cerebro que a pesar que la inmoviliza por fracciones de segundos luego le da mayor confianza para que sus propios níveos y largos dedos se deslicen por los costados y cadera de él para luego subir por sus brazos hasta sus hombros de forma tan lenta y su tacto es apenas perceptible al principio para luego incluso dejar sentir apenas un poco el rastro de sus uñas mientras sus labios hacen lo propio deslizándose y moviéndose por toda la extensión del cuello del ángel, pasando por sus hombros, clavículas y luego volviendo a subir para llegar a besar su quijada, delineando esta con su lengua para luego aprovechar su ventajosa posición, de nueva cuenta sobre el hombre de cabellos blancos para bajar sus labios por su pecho, moviéndose con destreza por su piel e intercalándose con algunas breves lamidas que buscan degustar el sabor tan dulce y enviciante que posee la piel de aquel joven pero el recorrido de sus besos se detiene al momento que aquel hombre le cuestiona aquello y tan sólo deja que sus labios se curven en una sonrisa juguetona y seductora. –Yo no soy la persona indicada para hablar de reglas.- Y su cuerpo se inclinó hacia adelante para quedar apoyado del ajeno mientras su rostro queda de frente al atractivo rostro del ángel. –Recuerda que yo soy la criminal, por lo que suelo no negarme lo que deseo.- Cuando el hombre alcanza a sentarse sus piernas rodean apenas un poco la cadera de él y sus brazos se colocan rodeando también su cuello, cruzándose al final de este por sus muñecas y manteniéndose apegada a él.
–Entonces señor juez, complacida me declaro culpable y dispuesta a recibir la sanción que el honorable representante de la ley desee otorgarme.- Su espalda vuelve a arquearse ante la increíble cercanía de ambos cuerpos y sus manos bajan deslizándose por la espalda de él, dejando una muy leve marca rojiza por donde sus uñas recorren la piel del ángel para que su rostro vuelva a inclinarse hacia adelante en búsqueda de su cuello con sus labios y su cuerpo busque empujarle hacia atrás para que quede de nueva cuenta recostado en la cama, bajando sus manos hasta sus caderas y tomando aquel pantalón tan diferente al tipo de prendas que suele usar aquel ángel, introduciendo sus pulgares a cada lado para que el resto de sus dedos sujete con firmeza mientras su propio cuerpo desciende, bajando aquella prenda con su movimiento y dejando que sus labios igualmente tracen un recorrido por su hombro nuevamente, que se encuentra con su pecho y abdomen hasta finalizar un poco más debajo de este, justo encima de la ropa interior del peliblanco, dejando sus labios en aquel sector moviéndose apenas de forma tentadora mientras sus manos terminan de retirar el pantalón y dejarlo de lado para luego volver a subir, buscando quedar a la misma altura que él, pero esta vez dejando que sea sólo su lengua la que explore su piel ante el ascenso, llegando esta de última instancia a los labios de él para deslizarse sobre ellos y dejando que sus ojos, ya acostumbrados a la oscuridad, divisen la cara del ángel mientras permanece semi sentada sobre él, sin tener la delicadeza de apoyar su peso en la cama, distribuyendo esto entre su pecho y su pelvis de forma bastante intencional.
Sus manos se mueven por el cuerpo de él, bajando de nuevo por sus costados y llegando a sus caderas, delineando con su índice aquellos huesos que se pueden percibir con su tacto y siguiendo la forma natural aún sobre la última prenda que protege al hombre de la desnudez total mientras su cuerpo se acomoda un poco para que su propia cadera se adelante en un movimiento insinuante que arranca otra sonrisa maliciosa y divertida a la demonio que se mantiene atenta a las reacciones que pueda tener el peliblanco mientras sus labios vuelven a deleitarse con la piel de su cuello.
| |
| | | Gerard Lightblade Admin
Mensajes : 182 Fecha de inscripción : 07/05/2012 Localización : Aquí y allá
| Tema: Re: Bienvenida. (Helena Vanderbilt) Mar Feb 26, 2013 4:29 pm | |
| Su figura se mantiene por instantes inmóvil dejando que sea la demonio la que haga y disfrutando con una extraña sensación de morbo ante ello, sus labios responden a los ajenos y sus manos mantienen las caricias de forma intensa y provocativa al tiempo que poco a poco se recuesta dejándola actuar y proceder. Un escalofrío se hace sentir en su cuerpo al notar como aquella joven retira la prenda sobre él y sin evitarlo su rostro baja dirigiendo una mirada de sorpresa en primera instancia y después una sonrisa ante aquello demostrando su aprobación para ello. Sus manos ayudan lentamente a la joven a volver sobre si y poco a poco recorren la espalda de la demonio detallándola perfectamente y acercándola a si para sentir su cuerpo sobre el propio generando un roce en la parte baja de ambos que al instante provoca un estremecimiento del cuerpo del juez de cabellos blancos que sin detenerse levanta apenas aquella sección de si para hacerse sentir debajo de la joven sintiendo el roce de sus cuerpos y la ropa interponiéndose ante ambos. Su respiración se agita y su mente trata de buscar una respuesta adecuada a cada palabra dicha por la joven más sin concentrarse de más en ello.
Sus manos suben hasta tomar la cintura de la chica para asegurarse de dejarla sobre si y evitar cualquier clase de movimiento, el roce de su cuerpo se hace más intenso puesto que solo queda una prenda propia que evite estar completamente desnudo debajo de aquella mujer. –Veo que los demonios son en verdad criaturas muy ventajosas-, menciona al bajar lentamente la mirada por el cuerpo de la joven detallando cada espacio de el y manteniéndose inmóvil hasta que sus manos toman un poco más de fuerza y posesividad al impulsarse un poco al frente para después girar, dejando de esta manera a la chica bajo él y aprovechando aquella postura. Sus manos se apoyan en el colchón y poco a poco sus labios recorren de forma apenas perceptible su cuello, pecho y continúan bajando hasta llegar a aquella prenda que le da la ventaja a la mujer. –Es deber de un juez el equilibrar las cosas- menciona fingiendo resignación que sin embargo deja a la interpretación de quien escuche ese tono sus verdaderas intenciones. Su rostro adquiere de vuelta una sonrisa algo traviesa conforme sus manos comienzan a bajar la prenda sobre la chica y continúan de aquella forma, dejando que su cuerpo siga aquel recorrido aprovechando para besar las piernas de la joven y finalmente llegar hasta sus pies, retirando el short y haciéndolo a un lado para que quedara junto a la otra ropa de la demonio.
Aquella postura daría una extraña perspectiva al juez quien se encontraba de forma literal a los pies de la demonio, y sin embargo aquello no presentaba más que una interesante idea en la mente de aquel hombre que tomaba con su diestra suavemente la extremidad de la chica y poco a poco acercaba sus labios a ella. –Entonces tengo permiso para hacerla cumplir su sentencia- dijo victorioso al tiempo que sus labios alcanzaron la punta del pie de la joven depositando un beso en ella y poco a poco comenzando a subir por estas. Su cuerpo bajo recostándose sobre las piernas de la chica llevando por una de ellas sus labios que conforme avanzaban hacia arriba hacían movimientos mas marcados sobre la piel ajena, besando y lamiendo esta, mientras su otra manos acariciaba la otra extremidad siguiendo el mismo camino, lento y bastante intenso marcado por el juez. Su movimiento continuaría de forma lenta hasta el punto en que ambas piernas de la joven se unirían, dando apenas caricias lentas entre ellas y observándola fijamente con una sonrisa al llega a aquel punto cubierto aún por la ropa interior de la joven.
-Estamos en condiciones iguales.- anuncio victorioso refiriéndose al número de prendas que ambos portaban y en ese instante mismo su rostro bajo dirigiendo una mirada que demostraba que tenía algo planeado a la demonio. Su rostro se hundió apenas entre las piernas de la chica presionando sobre su ropa interior con sus labios y atrapando la tela que cubría aquella zona entre sus dientes, para después soltarla haciendo sentir su respiración en ella. Su rostro se levanta tras aquello y continua un ascenso por el cuerpo de la joven llegando a su pecho y hundiéndose en el, para lamer y besar la piel a su disposición llegando hasta su cuello y atrapando este primero entre sus labios y después lamiendo la piel de la demonio al momento que sus manos la rodean por la cintura atrayéndola a si y bajando por sus costados hasta acomodar sus piernas alrededor de él presionando justo donde la ropa de ambos sería la única división.
El rostro del ángel se eleva un poco al momento que sus manos suben por Helena tomando después sus muñecas y llevándolas contra la cama para dejarla inmóvil. –Al final creo que la he atrapado- mencionó complacido para tomarle por la cintura y en un movimiento un tanto violento levantarla de la cama junto a él. La inclinación de su cuerpo y el movimiento de ambos le lleva a a avanzar adelante hasta que la espalda de la demonio encuentre pared, justo al borde de la ventana donde el ángel se acerca y termina por atrapar a la chica entre el muro y su cuerpo, adueñándose de los labios de la joven y dejando que su lengua busque la ajena hasta encontrarla y moviéndose de forma intensa cual si deseara mezclarse con la ajena, sintiendo perfectamente el cuerpo de su huésped contra el propio y siguiendo el ritmo de respiraciones agitadas. | |
| | | Helena Vanderbilt
Mensajes : 205 Fecha de inscripción : 10/05/2012
| Tema: Re: Bienvenida. (Helena Vanderbilt) Mar Feb 26, 2013 4:53 pm | |
| Con cada palabra mencionada por el juez su sonrisa se hace más amplia, ya que le encanta saber que ni aún bajo aquellas apasionadas condiciones su esencia se pierde y que su personalidad se adecua perfectamente a lo que realiza, cualquiera que sea la acción que esté ejecutando y sorprendida es levantada por el ángel, motivo por el cual sus brazos rodean el cuello de este, cruzándose detrás a la altura de su nuca, colocándose uno sobre la muñeca del otro y quedando firmes para que su torso y el ajeno no se separen. Al momento que su espalda colisiona sin mucha fuerza contra la pared al lado de la ventana sus labios se abren para susurrar. –Lo estás haciendo mal angelito, lo que lograrás es que repita el crimen de forma seguida.- Mantiene su sonrisa curvando sus labios mientras lo observa fijamente, complementando con su mirada el deseo que siente hacia él, imposible de ocultar de forma física ya que su ritmo cardiaco acelerado y su respiración agitada la dejan en evidencia, además de que claro, los labios y dedos habrían de él podido sentir por ellos mismos la humedad de aquella última prenda que permanece sobre su cuerpo y aquel hombre no necesitaba de mayor proceso intelectual para poder interpretar a que se debe.
-Si el castigo es así de placentero, estoy dispuesta a robar su cordura cada vez que tenga la oportunidad.- Sus párpados caen cubriendo sus ojos y la demonio ávida por los labios ajenos mueve los propios no sólo con deseo, casi lo hace con necesidad, subiendo sus manos por la parte de atrás de su cuello, llegando hasta su nuca y deslizándose entre sus blancos cabellos para jugar con estos e impedirle al joven que despeguen sus labios, abriendo los propios para dejar que su lengua salga al encuentro con la ajena, en una danza lujuriosa mientras su espalda permanece ligeramente arqueada, buscando que cada centímetro de su piel quede rozando la del ángel y sus piernas pasan a rodear la cadera de este, apretándolo en contra de si para poder sentirlo aún más, estremeciéndose con cada ligero movimiento involuntario de sus cuerpos que provocan un roce entre la zona más abajo del abdomen de ambos por lo que no resiste más y sin detener el intenso beso que mantienen sus manos bajan por su espalda, dejando marcas de sus uñas aún más claras pero sin llegar a hacerle daño real para encontrar la última prenda en el cuerpo masculino la cual empieza a bajar con brusquedad hasta donde sus manos alcanzan y al notar que por la posición no puede mover la prenda de la forma que desea sus brazos vuelve a rodearlo con fuerza mientras que uno de sus pies se acerca por detrás, buscando empujar con el talón aquella pieza de tela hasta el punto en que la gravedad se convierta en su aliada y la haga caer completamente al suelo para que, luego de ganar de nuevo ventaja y aprovechándose de ella su cadera se mueve hacia adelante, para crear un roce con él ahora sin que el ángel tenga alguna prenda de ropa que lo separe o lo proteja y dejando que sus labios se separen por instantes, brevísimos segundos que aprovecha para volver a abrir sus orbes y posar sus pupilas violáceas en el rostro de él con una mirada retadora y maliciosa que se complementa con sus labios que se curvan en una sonrisa juguetona y malévola, buscando ver que reacción tiene aquel justo juez luego de que ella nuevamente se aventajara y buscara quedar en condiciones más favorables que él.
| |
| | | Gerard Lightblade Admin
Mensajes : 182 Fecha de inscripción : 07/05/2012 Localización : Aquí y allá
| Tema: Re: Bienvenida. (Helena Vanderbilt) Mar Feb 26, 2013 5:48 pm | |
| Aquella postura implicaría una cercanía mayor haciendo prácticamente imposible el separarse de la joven si es que lo deseara, aunque claro aquella idea era la última que pasaba por su mente en el momento que sus labios atraparon el labio inferior de la demonio para jalarla a donde sí, bajando apenas un poco su rostro para hundirlo en el espacio entre cuello y hombro de la chica comenzando a besar aquella zona, detallando con su lengua el trayecto de su clavícula y siguiéndolo de forma lenta hasta el pecho de la joven. Sus manos toman firmemente la cintura de la demonio al momento que sus brazos se tensan al levantar un poco el cuerpo de la joven de manera tal que el rostro del peliblanco alcance a llegar hasta el pecho de la mujer. Movimientos lentos y marcados son los que aquel hombre realiza sobre la piel de aquella parte del cuerpo de la joven subiendo y bajando para por momentos atrapar la que considera es la zona más sensible de esa parte del cuerpo de la pelinegra y alzando la vista al hacer apenas un poco de succión, para después liberarse, entregándose de nuevo al sabor del cuello de la mujer, besando y lamiendo la piel mientras su brazos la acercan a sí.
-El problema de los criminales reincidentes, es que no entienden que entre más repitan sus crimines mas severa sería la sentencia- exclamó casi cual si se tratara de alguna invitación sintiendo en aquel preciso momento los intentos de las manos de la demonio por retirar aquella prenda, una sonrisa cómplice se dirige a la mujer entre sus brazos separando apenas su cuerpo del de ella para dejarle actuar y ayudando a esta con un tenue movimiento de sus pies que al terminar resulta en aquel roce con la tela húmeda de la prenda de la demonio, que sin embargo se empeña en presionar para observar su reacción con un mayor morbo, casi al punto de presionar a la demonio de ojos violeta con la pared, haciendo esto y provocando que su pecho aplaste el torso de la mujer con gentileza, sintiendo con una detallada perfección las formas de ella y poco a poco cediendo tras ello para rodearla por la cintura con sus manos y tratar de moverse hacia atrás, pensando en la cama como un mejor lugar para aquel encuentro. El placer juega una mala pasada a aquel hombre pues en el momento que se mueve su cuerpo desnudo roza con la joven hundiéndose un poco más solo para ser detenido por la prenda de la demonio. Su cuerpo comienza a perder balance y es su brazo izquierdo el que rodea por completo la cintura de la chica en el instante que su diestra aprovecha para hacer un movimiento abriendo la ventana cercana a ellos.
Su cuerpo gira abruptamente al sentir como caen siendo el él primero en hacerlo, mas buscando minimizar el impacto, por el contrario aprovecha aquel movimiento para atraer a la joven a donde él dejándola sobre si por un instante y separando sus labios del cuerpo ajeno. –Circunstancial o provocado, eres mi imán de inconvenientes- menciono sonriendo al momento que el tenue frío del exterior era sentido, sin embargo el calor expedido por el cuerpo de la demonio bastaría para mantenerle concentrado, girando para quedar sobre ella y bajando sus manos por la cintura de la chica ahora en el suelo del balcón por el cual habrían llegado. Sus manos continuarían el movimiento tenue y su cuerpo desciende mientras sus labios pasan besando desde los ajenos, hasta el borde de aquella ultima ventaja de la demonio, atrapando esta con sus dientes y bajándola poco a poco por sus piernas hasta retirarla por completo con ayuda de sus manos, un movimiento del ángel haría que aquella prenda fuera hecha a un lado quedando justamente colgando al borde de aquel lugar, y una sonrisa traviesa se dibujo en los labios del ángel al notar como esta era llevada por el viento. –Habrá que salir de compras parece ser- repite al momento que sus ojos quedan fijos en los de ella haciéndole notar la poca importancia que para él tenía aquello.
-Entonces tientas a mi cordura, no es un buen momento para ello- mencionó cual si aquello fuera una especie de combustible requerido papa que su cuerpo se abalanzara sobre el ajeno, sus labios alcanzaron la parte interna de las piernas de la demonio y finalmente su rostro se hundió apenas un poco en la zona descubierta recientemente del cuerpo de la mujer, un movimiento de sus labios y su lengua fue lo único realizado ante una mirada deseosa de ver la reacción que aquello provocara ante su huésped y finalmente tomándola nuevamente por la cintura para cargarla y en un solo movimiento usando su fuerza física llevarla al borde de aquel balcón, apoyándola en el sitio más seguro, mientras su cuerpo se acercaba apenas al de ella provocando un roce que no era más que la antelación de lo que podría suceder si tan solo se moviera un poco más al frente como lentamente comenzaba a hacerlo buscando en la mirada la joven la joven aprobación o no para completar aquello. | |
| | | Helena Vanderbilt
Mensajes : 205 Fecha de inscripción : 10/05/2012
| Tema: Re: Bienvenida. (Helena Vanderbilt) Miér Feb 27, 2013 1:12 am | |
| Ante la frase tan retadora e incitante de él sus ojos se abren y le responde dejando que una sonrisa malévola se forme en sus labios. –Entonces señor juez, me temo que tendrá que sentenciarme no sólo hoy, sino cada vez que tenga la oportunidad.- y sus ojos se vuelven a cerrar al ser llevada con un poco más de firmeza contra aquella pared, reaccionando su cuerpo ante la mayor cercanía entre ambos y dejando que sus labios, muy cerca del oído del ángel se abran y su respiración agitada no sólo sea escuchada sino también sentida, ya que el aire recae sobre su oído y parte de su cuello. Aquel movimiento hacia el balcón la toma por sorpresa y sus párpados se abren de nueva cuenta para observarlo bastante asombrada y sonriendo ante la frase tan posesiva que él emplea, sin saber realmente que responderle y no dándole mucho tiempo de ello ya que el hombre decide retirar la última prenda que queda sobre su cuerpo luego de girar, protegiéndola del frío del exterior con su cuerpo y además compartiendo el calor que expide este, temperatura que es disfrutada por la demonio que se encuentra bajo él y que desvía su mirada del rostro de él por apenas unos instantes tan sólo para ver como su ropa interior se aleja de aquel lugar con rapidez, siendo llevada por la brisa la cual la hace reír por algunos instantes ya que era una escena bastante hilarante, aquella prenda blanca irse volando de allí.
Vuelve a la realidad ante la mención de la cordura del ángel y decide responderle en un tono seductor y posesivo, tanto como el que él ha usado antes. –No, ahora tu cordura es mía y yo decido cuando devolvértela.- y sonríe victoriosa hasta el momento en que el hombre hunde su rostro entre sus piernas, instante en el que la demonio cierra los ojos y deja escapar un casi inaudible gemido de placer, quedando aquel lugar mucho más húmedo producto no sólo de los fluidos que pueden ser producidos por la boca del ángel. Sus brazos le rodean al ser tomada nuevamente por la cintura y observándole deseosa, desbordando lujuria en su mirada y dejando que sus labios ansiosos exijan la unión con los ajenos, los cuales toma con ímpetu, jugando no sólo con estos sino además abriéndose paso con su lengua en el interior para encontrarse con la de él y danzar con esta mientras su cadera se mueve hacia adelante, tomando ventaja una vez más y haciendo que el cuerpo de él quede perfectamente unido con el propio, moviéndose la parte baja de este hacia adelante y hacia atrás para que aquellos movimientos sean bastante placenteros, no sólo para ella sino sobre todo para él.
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Luego de bastante rato en el balcón, otro contra la pared y unas horas en la cama luego de un brevísimo descanso la mujer permanece recostada de perfil, con su mano sobre el pecho del hombre, su cabeza sobre su brazo casi llegando al hombro y sus ojos permanecen cerrados, siendo su respiración acompasada lo único que rompe el silencio que ella mantiene, dormitando plácidamente abrazada al ángel, manteniendo una pierna sobre él de forma posesiva pero también de forma inconsciente, sin querer dejarlo escapar de su lado y pudiendo despertarse en cualquier momento que él se mueva de más. Sus sueños son calmos y profundos ya que su cuerpo requiere un descanso apropiado luego de tanta actividad física aquel día, que finalizó ya iniciado el siguiente ya que incluso logró ver el amanecer sudando y finalizando uno de los tantos encuentros apasionados que mantuvo con el ángel, el cual espera que también esté reposando ya que también debería de estar bastante cansado, tal vez incluso más que ella.
| |
| | | Gerard Lightblade Admin
Mensajes : 182 Fecha de inscripción : 07/05/2012 Localización : Aquí y allá
| Tema: Re: Bienvenida. (Helena Vanderbilt) Miér Feb 27, 2013 1:35 am | |
| La tenue luz del día alcanza el rostro del ángel al momento que sus ojos comienzan a abrirse sintiéndose un poco extrañado por aquello. Su rostro gira lentamente hasta a donde la demonio y con el más tranquilo de sus movimientos su mano izquierda sube acariciando los cabellos de la joven, un suspiro termina por salir de sus labios al girar a donde el reloj debiera de encontrarse solo para descubrir el tiempo que habría transcurrido en realidad, aún no estaba consciente del todo, ni de cómo era que habían llegado a la cama ni mucho menos del punto donde termino completamente dormido, aquello tampoco era lo más importante, después de todo las treguas se terminan fácilmente y sin poder evitarlo una leve risita burlona escapo de sus labios al notar ya de forma más consciente la postura que ambos tendrían y sobre todo como la posesiva demonio se mantendría aferrada a él. Su cabeza se recargo hacia atrás cual si admitiera una nueva derrota, sin duda aquella era menos esperada que las anteriores sin embargo cada instante que pasaba con ella se convencía un poco más de lo difícil que era vencer a la mujer de cabellos negros. Sus ojos se cierran e inconscientemente su rostro se inclina hasta el de ella alcanzando su mejilla y depositando un beso sobre la misma, recordaría aquella vez que se conocieron y que para ser justos desde aquel instante sabría que la demonio parece bastante tierna mientras duerme.
-Terminaste ganando- exclamo con un deje de tranquilidad al momento que con el mayor de los cuidados su cuerpo termino por hacer a un lado a la joven recostándola sobre la cama y escapando de debajo de ella. La mano contraría a la posición de la joven le sirvió finalmente como apoyo al momento que termino por levantarse y antes de conseguirlo sus manos tomaron una de las sabanas sobre aquel colchón que hasta ahora parecía ser un autentico desastre, envolviéndose de la cintura hacia abajo con ella para avanzar lentamente atravesando la habitación a paso lento. Con cada paso su rostro gira observando con cierta atención los resultados de aquel encuentro, las sabanas en el suelo, la ventana aún abierta y las prendas restantes en aquella habitación regadas por la misma. Su mano diestra subió en aquel punto hasta su frente y al extenderse choco contra la misma de forma apenas audible para negar con la cabeza, las explicaciones vendrían después, lo importante ahora era el comenzar a realizar acciones.
Sus pasos le guiaron primeramente a la ventana, misma que termino por cerrar por completo y posteriormente sin hacer otra cosa que fuera arrastrar aquella sabana para dar un poco de orden a aquel sitio, levantando las prendas regadas y colocándolas en un lugar para ordenarlas completamente. Sus ojos finalmente observan a la demonio que pareciera aún dormida y sin más se acerca lentamente a ella, por un instante la maldad de despertarla de alguna manera poco grata, como conseguir agua y vaciarla encima de ella pasa por su cabeza, rindiéndose de inmediato y finalmente solo inclinándose para cubrirla bien con la sabana restante en aquella cama. un suspiro es dado por el ángel al estar al lado de la joven y su cuerpo se inclina finalmente para alcanzar a besar la frente de ella moviendo apenas el cabello negro de la mujer y finalmente retrocediendo ahora en una dirección contraria a la cama.
Sus pasos terminan por conducirle a la puerta del baño abriendo la misma y adentrándose en aquella habitación para al estar dentro deshacerse completamente de la sabana que habría usado y tras abrir las llaves de la regadera que llenarían por completo con su sonido aquel lugar y de aquel cuarto de baño un poco de vapor escaparía hacia la habitación sin nada más que ello.
| |
| | | Helena Vanderbilt
Mensajes : 205 Fecha de inscripción : 10/05/2012
| Tema: Re: Bienvenida. (Helena Vanderbilt) Miér Feb 27, 2013 2:04 pm | |
| Ante los movimientos del joven ella inconscientemente se mueve hacia él, sin querer dejarlo escapar pero la sutileza en la que se mueve el ángel termina por dejarla a ella sola en la cama, aún profundamente dormida a pesar de que le hace falta el calor del hombre por lo que aún entre sueños pone una expresión de descontento en su rostro pero al sentir los labios de él sobre su frente parece sonreír, pero aún se encuentra totalmente inconsciente por lo que parece acomodarse mejor sobre la cama, debajo de la sabana y apoderándose del resto de la cama al moverse ya que se estira un poco y busca el calor corporal ajeno que le hace falta, tan sólo consiguiendo los vestigios de este donde el hombre ha dormido en el calor que quedó impregnado en el colchón.
Sus ojos se abren poco a poco al escuchar el ruido de la regadera que interrumpe el casi absoluto silencio que gobernaba antes la habitación y sus brazos se extienden hacia arriba completamente mientras ella se despereza y luego una de sus manos cubre sus labios al dar un pequeño bostezo, cayendo en cuenta de la realidad poco a poco por lo que busca al ángel con la mirada y al no encontrarlo toma asiento en la cama, observando en toda dirección y relacionando aquel ruido del agua caer con la posible locación del joven de cabellos blancos. Sonríe al verse en su cama y recordar la noche anterior, subiendo un poco la sábana y cubriéndose con esta de forma que la tela queda como un vestido strapless por lo que la demonio decide girar hasta que sus pies tocan suelo y se levanta con algo de lentitud, aletargada y con su cuerpo aún algo pesado por el sueño y porque aún no está al total de sus capacidades. Acomoda la tela alrededor de todo su cuerpo para que tan sólo de esta salgan sus brazos, hombros y parte del pecho, quedando a la vista clavículas y dejando que una parte de la tela se introduzca en la que la rodea, haciendo que de esta manera quede sujeto sin que ella tenga que sostenerlo y desplazándose por aquella habitación, notando como el caos del día anterior ya no está y concluyendo que el ángel ha ordenado antes de que ella despertara. Vuelve a sonreír ante esto y niega con la cabeza, ya que aquel hombre es tan ordenado que no pudo esperar para que su cuarto quedara nuevamente lo más inmaculado posible.
Sus pasos la dirigen hasta las bolsas que albergan parte de su ropa, revisándolas para sacar no sólo ropa interior nuevo sino también todo un nuevo conjunto, el que está dispuesta a usar aquel día para dejarlo ordenado sobre la cama, tomando asiento en el borde de la misma y observando hacia el cuarto del baño aún medio adormilada, esperando que el peliblanco termine de asearse para ella poder también ducharse y vestirse, dispuesta a enfrentar otro día en aquella ciudad, recordando todas las obligaciones que tiene allí pero sin dejar de curvar sus labios en una sonrisa, ya que luego de la noche anterior, puede casi asegurar que su visita será mucho más amena que en cualquier otra ocasión que hubiera estado la demonio en el Nexo.
| |
| | | Gerard Lightblade Admin
Mensajes : 182 Fecha de inscripción : 07/05/2012 Localización : Aquí y allá
| Tema: Re: Bienvenida. (Helena Vanderbilt) Miér Feb 27, 2013 2:46 pm | |
| Es el ruido del girar de las llaves lo que anticipa la salida del ángel, deteniéndose de inmediato el fluir del agua e incluso cualquier ruido que de aquella otra habitación proviniera. Sus pasos se escucharon tras ello y al momento que su figura emergió finalmente del cuarto de baño solo una toalla era llevada a la altura de su cintura, después de todo realmente no era que pudiera ocultar cosas de la demonio después de lo que había pasado la noche anterior. Sus ojos se mantenían cerrados y su andar era el propio de un juez del Regeln, incluso su rostro que había mantenido un semblante más amable se había endurecido, como si supiera que aquella tregua dada por la noche anterior se termino. Sus pasos se detuvieron al cerrar la puerta tras de si y reabrir sus ojos para encontrar aquella imagen de la joven pelinegra en la cama, y dirigiendo una de esas miradas que solía mostrarle cuando llegaba a la zona de los humanos, muy similar a la primera vez que le conoció, casi cual si tratara de insinuar que la chica es culpable de algún cargo desconocido solo por la mala suerte de encontrarse en aquel sitio. Sus pasos se adelantaron a donde ella y al estar frente a la pelinegra sus ojos se cerraron negando con la cabeza y cruzándose de brazos.
-Infringiendo más reglas, eso no será tolerado-, exclamo el juez al momento que su vista bajo sin que él lo hiciera viendo desde una posición más alta a la demonio y poco a poco inclinándose a donde ella. Sus labios atraparon los ajenos jalando el labio inferior y abriendo apenas los propios para profundizar un beso de una manera intensa, el resto de su cuerpo era atraído por el de la mujer y poco a poco termino por llevarle de nueva cuenta a la cama haciéndola recostarse y quedando justamente sobre ella para que al soltar sus labios y abrir sus ojos estos se encontrarán de frente con la mirada de la chica. –Despertar antes de que tuviera listo tu desayuno, realmente eres una mala huésped Helena- exclamo finalmente liberando cierto peso de su ser al terminar por decir aquel nombre con tanta naturalidad. Sus manos que servían como apoyo a si peso le impulsaron apenas un poco para levantarse de nueva cuenta y después ayudar a la joven, no sin antes recuperar una expresión más amable y dirigir una mirada a la chica, primero a su rostro y después bajando a su cuerpo para cerrar sus ojos conteniendo cualquier pensamiento o comentario que hubiera podido cruzar por su mente.
Su figura hizo una tenue reverencia delante de la demonio y después observo la ropa que ella habría seleccionado, uno más de sus tantos disfraces quizá, lo cierto era que eso no le importaba demasiado, al menos no hasta que ella iniciara con su misión y tuviera que concretar una reunión con Aidan Kesler, la idea de aquel nombre casi logro que su estomago se revolviera, de no ser claro por el rostro de la joven ahí presente que termino únicamente por arrancarle una sonrisa e inclinarse para dar un beso de forma más delicada y gentil a sus labios. Había que aprovechar aquellos instantes puesto que apenas salieran de aquel departamento volverían a la calidad de Juez del Regeln y agente de Inferna, sin embargo mientras estuvieran en el realmente era algo impredecible lo que podrían ser.
Los pasos de aquel hombre la alejan finalmente de la chica y al tomar en cuenta lo ocurrido la noche anterior, se deshace sin darle mucha importancia de aquella toalla que le cubría y camina con naturalidad a una gaveta, tomando una prenda de ropa interior que se coloca sobre si, siguiendo de forma un tanto acelerada y perfecta una rutina contraría a la que se había realizado el día anterior hasta terminar de vestirse completamente. De nueva cuenta el inmaculado blanco volvió a dar al hombre un aspecto más formal e incluso un tanto intimidante mientras regresaba al lado de la demonio. Sus ojos se clavaron en ella y su mano tomo la ajena jalándola a si para levantarla apenas un poco, tomando sus labios con cierto descaro y dando un beso profundo que permitió saborear perfectamente a la mujer. Sus brazos se tensaron y si bien la ropa ya estaba de por medio entre ellos su cuerpo igual reacciono, sin embargo aquello era simplemente una pequeña maldad del juez quien al cargar a su invitada termino llevándola al cuarto de baño y retirando la sabana, para depositarla no en la regadera si no en una bañera preparada únicamente para la joven.
-Disfruta tu baño, en unos minutos desayunaremos y deberemos volver a nuestras actividades- menciono con seriedad y solemnidad pese al gesto amable en su rostro, saliendo después de aquellas habitaciones en dirección a la cocina.
| |
| | | Helena Vanderbilt
Mensajes : 205 Fecha de inscripción : 10/05/2012
| Tema: Re: Bienvenida. (Helena Vanderbilt) Miér Feb 27, 2013 4:03 pm | |
| Una sonrisa se forma en sus labios al observarlo salir del baño y su mirada sin más pasa desde el rostro del ángel, bajando por su bien formado cuerpo y luego volviendo a subir a pesar de la forma como él la observa y ante sus primeras palabras una carcajada escapa y lo observa, arqueando una ceja. -¿Ahora de que crímenes se me acusa?- Sus brazos lo rodean al momento que sus labios se unen, cerrándose sus párpados lentamente mientras deja que su cuerpo sea situado nuevamente sobre el colchón y sólo volviendo a abrir sus orbes y posar su mirada violácea sobre el rostro ajeno al volver a escuchar su voz. -¿Me ibas a traer el desayuno a la cama Gerard? Uy, me enamoré.- Dice en un tono bromista al volver a sonreír, aunque por la sensación en su estómago que causa la cercanía y las acciones del hombre no es que estuviera muy alejado de la realidad aquel argumento.
Disfruta enormemente el recorrer de los ojos del ángel luego de que este se levanta y la ayuda a levantarse, notando como él decide ir a vestirse sin ningún tipo de pudor, lo cual arranca otra sonrisa de sus labios y ella también decide actuar de la misma manera, quitando la sábana que cubre su cuerpo de forma lenta, haciéndolo con parsimonia ya que lo espía mientras él se viste y deja aquella tela nívea en la cama donde ambos habían dormido y volviéndose justo antes de ser jalada hacia la figura masculina, dejando que sus brazos lo rodeen de nueva cuenta al ser unidos sus labios y un pequeño gesto de asombro se forma en su rostro al momento que el hombre la carga y la deposita en una bañera, que se nota que fue preparada para ella. Luego de que su cuerpo se humedezca, suceso que ocurre ante el beso y la reacción del cuerpo del ángel ella se asegura que no sea sólo un área específica la que se encuentre en este estado sino empieza a hundirse para que el agua llegue hasta su cuello, tomando un jabón y comenzando a deslizarlo por su piel, sacando espuma para luego enjuagarla, también usando un líquido espeso para lavar su cabello y luego de algunos minutos su figura queda limpia por lo que la mujer decide salir del interior de la bañera, buscando una toalla limpia con la que rodea su cuerpo y sale hacia la habitación.
Su reunión con el vampiro que tanto desea atrapar el juez del Regeln no es hasta la noche, por lo que la ropa que ha escogido es acorde a su imagen actual, ya que no le conviene que al hombre a su lado lo divisen con otra persona cuando se supone que debe estar con ella y la demonio estratégicamente sólo cambiará de forma en el momento que ambos se separen o si están en un lugar donde nadie los vea entrar juntos y espere verlos salir de la misma manera. Su ropa interior es deslizada delicadamente para situarse sobre su cuerpo y luego un sujetador es colocado en su pecho, sosteniendo sus senos los cuales la mujer acomoda para que no se salgan de aquella prenda para luego tomar un pequeño y ajustado vestido azabache que desliza por sus piernas para luego pasar sus brazos por la abertura destinada a ellos y dejando que quede perfectamente ajustado a su figura, la cual marca de forma insinuante y posee un pequeño escote en “V” que deja el inicio de sus senos bastante visible mientras que la forma que posee abajo se ajuste a sus piernas apenas arriba de las rodillas , ya que la tela se adhiere un poco a su piel. Sus manos intentan tomar el cierre de la prenda para subirlo pero cae en cuenta que es más fácil con ayuda, por lo que espera al momento que el dueño del apartamento vuelva a la habitación para solicitarle colaboración con aquella sencilla tarea. | |
| | | Gerard Lightblade Admin
Mensajes : 182 Fecha de inscripción : 07/05/2012 Localización : Aquí y allá
| Tema: Re: Bienvenida. (Helena Vanderbilt) Miér Feb 27, 2013 9:41 pm | |
| Su figura se desplaza con soltura por aquel lugar que conoce, una sonrisa se mantiene en sus labios conforme el aroma de lo que prepara comienza a sentirse en todo el lugar como una extraña invitación a la joven. Por instantes la concentración del hombre de blanco permanece vertida en las cosas que prepara cual si invirtiera en realidad bastante esmero en ello. Sus ojos se cierran y mientras aquello ocurre el aroma de la comida llena por completo sus sentidos provocando que su sonrisa se haga mucho más marcada y amplia cual si se tratará de alguna clase de maldad preparada. Sin embargo aquello era únicamente pensando en cuál sería la reacción de la demonio, si bien ella ya había sido su invitada a cenar la noche anterior aquello no cambiaba lo ocurrido, desde su perspectiva existía un cambio enorme entre aquel momento y este. Suspiro finalmente en el momento que sus manos hicieron el último movimiento sobre la estufa terminando de aquella manera de preparar el desayuno para ambos. La amplia sonrisa del ángel se mantuvo firme al momento que termino de servir aquello de forma perfecta.
Sus manos se movieron hábiles decorando el plato que poseía un aroma un tanto dulce y finalmente acomodando el mismo sobre una pequeña charola de madera junto con el suyo. Sus pies le llevaron entonces al refrigerador tomando un envase con un líquido naranja que vertió en el interior de dos vasos que termino por colocar sobre la bandeja para después de eso levantarla con sutileza. Sus pasos continuaron poco a poco a donde la habitación manteniendo su postura erguida, aún y cuando todo pareciera perfecto en aquel instante sus pasos se detienen antes de ingresar a la habitación, girando de último momento para adentrarse a otra de las habitaciones existentes en aquel sitio, sus pasos continuaron rectos por aquel sito decorado con colores rosados pero en especial llegando a donde el peculiar adorno en la base de la cama. Su sonrisa se amplia y su mano diestra toma con cuidado una de las rosas de color escarlata de aquel lugar colocándola sobre la bandeja y finalmente girando para avanzar directo a su habitación.
Sus pasos le permitieron llegar observando fijamente a la joven y notando aquel peculiar problema que parecía tener, acercándose de forma lenta a donde ella y finalmente dejando la bandeja sobre la cama para llevar sus manos cerca de la chica. Su mano diestra levanto aquel cierre mientras la izquierda detenía la prenda de la joven asegurándose de esta forma que aquel único obstáculo que tenia para terminar de vestirse terminara. –El desayuno está listo- anuncio para después avanzar a la cama observando a la demonio de cabellos negros, –Espero te guste, realmente pensé que iria contigo- menciono al momento que señalo aquel plato de hot cakes con leche condensada en lugar de miel, habría supuesto de alguna forma por la personalidad de la demonio que quizá tenía mayor preferencia por el dulce. –Admito que será difícil ir fuera y volver a nuestras respectivas misiones- exclamo con cierta indiferencia que en realidad era únicamente producto de su dificultad para expresar lo que realmente sentía.
-Sin embargo puedes siempre venir aquí- menciono sonriendo al tomar asiento en aquella cama, un extraño lugar para desayunar sin embargo aquello no era tan importante, lo realmente interesante desde su perspectiva era la compañía.
| |
| | | Helena Vanderbilt
Mensajes : 205 Fecha de inscripción : 10/05/2012
| Tema: Re: Bienvenida. (Helena Vanderbilt) Miér Feb 27, 2013 10:14 pm | |
| Al quedar el vestido negro perfectamente sujeto sobre su cuerpo ella sonríe y se voltea hacia él, observándolo fijamente. –Gracias Gerard.- Musita tranquilamente para luego voltear su mirada hacia la bandeja que el hombre lleva consigo, arqueando apenas la ceja y manteniendo sus labios curvos en una sonrisa para luego volver a verlo. –Se ven deliciosos.- Y a pesar que la mujer se refiere al desayuno que está en un par de platos sobre la bandeja, su mirada se posa por instante en los labios de él, saliendo su lengua y relamiendo los propios, antojándosele aquellos labiales que pertenecen al ángel de cabellos blancos. Ella busca sentarse al lado del joven para comer con él, observándolo fijamente y estudiando la expresión de su rostro mientras toma un tenedor para empezar a degustar la comida que él ha preparado para ambos, cortando un pedazo de un hot cake y llevándolo entre sus labios para introducirlo, masticarlo lentamente y luego tragarlo para volver a mirar al hombre a su lado. –Entonces tendré que seguirte molestando como de costumbre y tú fingiendo que odias que lo haga.- Una sonrisa maliciosa y juguetona se forma en sus labios, ya que sabe que tienen que actuar como normalmente lo hacen cuando ambos salgan, que ninguna demostración de afecto puede ser hecha en público por lo que ella lleva su mano diestra a su plato, extendiendo su dedo índice y pasándolo por encima de uno de los hot cakes para llenarlo de leche condensada, buscando luego deslizarlo sobre los labios del juez y cerrando sus ojos, inclinando su rostro hacia él para atrapar estos entre sus propios labios, besándolo lentamente, aprovechando que aún puede hacer aquello mientras disfruta del perfecto balance entre el sabor del ángel y el del líquido blanco tan dulce y espeso que ha puesto antes.
Se separa luego, sonriendo ampliamente y abriendo sus ojos para observarlo y después volviendo la vista a su plato, llevando su tenedor de nueva cuenta para tomar otro trozo de su desayuno y comerlo, alternando esto con algunos sorbos al jugo que está en el vaso más cercano a ella de forma que al finalizar tanto este como su plato se encuentran vacíos. Su mano entonces se acerca a la rosa que está sobre la bandeja, tomándola entre sus dedos y acercándola a su nariz, dando un respiro con aquel objeto cerca para disfrutar de su aroma y luego volviendo a posar su mirada en el rostro del ángel. –Estuvo excelente, de verdad debería secuestrarte y hacerte mi chef personal.- A pesar de que aquella idea es bastante tentadora, su atractivo radica en la idea de tener al hombre para ella y para nadie más, así sea fungiendo con una labor tan básica como cocinero. Luego deja nuevamente la flor sobre la bandeja, dejando esta sobre la cama para que su cuerpo se levante, proceda a sentarse sobre el regazo de él, frente a su cuerpo de forma que sus piernas flexionadas reposan en la cama y sus brazos rodean su cuello, cruzándose al final a la altura de su nuca, observándolo así más de cerca y rozando su nariz con la de él. -¿Y si no quiero salir? La idea de estar contigo todo el día hasta que deba reunirme con Kesler es demasiado tentadora.- A pesar de sus palabras, la demonio sabe que no es lo más prudente, ya que su misión allí no es sólo reunirse con el vampiro, sino con otros contrabandistas en encuentros planeados y otros que ella misma deberá buscar que ocurran, además de que con muchos lo más prudente es investigarlos sin siquiera ver sus rostros debido a su conocida peligrosidad y lo casi imposible que es sacarles información directamente, por lo menos no tan rápido como a ella se le exige.
| |
| | | Gerard Lightblade Admin
Mensajes : 182 Fecha de inscripción : 07/05/2012 Localización : Aquí y allá
| Tema: Re: Bienvenida. (Helena Vanderbilt) Miér Feb 27, 2013 11:19 pm | |
| Solo una sonrisa sería la respuesta primera que el ángel daría a la demonio al momento que escuchaba sus palabras, para él la respuesta era bastante clara aún y cuando pareciera más bien una actuación desde muchos puntos de vista eso no cambiaba el punto de que en realidad el no jugaba a ser un juez y que de hecho si ella deseaba continuar con su actitud hacia el debería de hacerlo, era un tanto conveniente que las personas a su alrededor supieran lo menos posible de su trato, después de todo el Regeln no dejaría a la demonio con alguien con quien llegara a desarrollar una relación personal y sin duda la organización de la chica no dudaría en pedirle misiones que aprovecharan aquella idea, al menos si quisieran preservarla, aunque eso en el último de los momentos era lo menos probable entre todas las cosas. –La realidad es que tus comentarios generalmente logran molestarme, aunque para serte completamente sincero, eso es gran parte de tu encanto.- menciono para después proceder a desayunar de la misma manera que su huésped lo haría, desviando su mirada de vez en cuando para observar la reacción de la joven de cabellos negros ante lo que él había preparado y sobre todo para comprobar o refutar su teoría sobre los sabores dulces y el paladar de su distinguida huésped.
Sus labios respondieron a los de la demonio al momento que sin siquiera detenerlo su lengua rozo el borde de los ajenos probando el dulce sabor que ellos contenían y separándose con dificultad para observarla a los ojos, aquello no estaba bien en absoluto, aunque eso era únicamente visto desde el punto de vista de su organización o de su función como juez, lejos de aquellos inconvenientes Helena era no solo una mujer sumamente atractiva, si no también alguien bastante inteligente con quien se podría tener una especie de conversación interesante, obviando claro las indirectas e insultos, aunque desde la perspectiva del peliblanco estos no eran más que simples adornos extra para la ya de por si atrayente en extremo personalidad de la chica de ojos violeta. Su cuerpo decidió acomodarse finalmente para dejar que ella hiciera lo propio, y una carcajada escapo de sus labios en aquel instante para después cerrar sus ojos manteniendo esa postura tranquila que apenas cambiaba para acercarse un poco a la joven del vestido negro que en contraste con su piel la haría lucir especialmente hermosa.
-Realmente no deberías de creer que todo lo que cocino es bueno.- admitió con tranquilidad para después rodearla por la cintura acercándola un poco más a donde él, la idea del deber volvía ya a donde los dos se encontraban y si bien en toda su vida nunca había rehuido al cumplimiento de sus funciones cualquiera que esas fueran, era justo admitir que en este momento su fuerza de voluntad respecto a lo sentido por la joven demonio, quizá no sería tan fuerte como para hacerle levantarse e ir a los cuarteles del Regeln si es que en realidad tenían una oportunidad de quedarse juntos, tras el nombre negó con la cabeza y finalmente termino por acercarse nuevamente, robar un beso más de los labios de la mujer y ayudarle a ponerse de pie, para después hacer lo propio ofreciendo su brazo antes de comenzar a caminar en dirección hacia la puerta de la habitación.
-Si tanto quieres pasar tiempo conmigo, entonces permíteme arrestarte, sin duda sería divertido ponerte en arresto domiciliario en el Nexo, y claro como tu residencia en esta ciudad y en este plano depende de mí, significaría que te quedarías aquí por mucho tiempo.- menciono de forma retadora cual si quisiera entenderle que no era precisamente una celda lo que tenia esperado como castigo si algo así ocurriera, aunque a la vez negó con la cabeza, finalmente lo último que se deseaba era alentar a un criminal. –Pero si te portas bien yo haré lo mismo, si vuelves bien de tu primer día de misiones te dejare elegir que es lo que se hará el día de hoy.- dijo finalmente.
| |
| | | Helena Vanderbilt
Mensajes : 205 Fecha de inscripción : 10/05/2012
| Tema: Re: Bienvenida. (Helena Vanderbilt) Jue Feb 28, 2013 3:56 pm | |
| Su rostro adquiere una expresión casi de reclamo al levantarse el hombre pero deja que la ayude a levantarse también de la cama y de nuevo sus labios se curvan en una sonrisa malévola y juguetona ante la mención del arresto por parte del juez. –Está bien, ¿Si quemo la sede del Regeln será suficiente para que me arresten de por vida en tu apartamento?- Bromea con él mientras sonríe, y aquella tentadora idea suena a un trato justo, ya que no se le ocurre que puede salir mal aquel día. Sus pasos se adelantan a él para tomar los tacones que ha escogido como accesorios a su vestido, volviendo a sentarse en la cama para calzárselos y luego volviendo a levantarse para caminar hasta la sala, tomando el portafolio que le fue asignado con el material e información necesarias para su misión y lo abre, sacando algunas carpetas y documentos para darle un breve repaso a la información contenida en aquellos papeles, trazando mentalmente una agenda, donde tendrá que sacar información de algunas personas de diferentes maneras, pero su día es realmente rutinario hasta la noche, el momento donde debe reunirse ella y otras personas con el vampiro para así intentar verificar si el hombre posee las armas robadas del arsenal de Inferna. Deja aquellos papeles nuevamente luego de hacer cálculos mentales de horas, momentos y orden en que llevará a cabo sus tareas cotidianas, sabiendo que seguramente apenas podrá ver al ángel para almorzar y sólo si las obligaciones de ambos lo permiten y luego de reunirse con el traficante de cabellos negros.
-Entonces, angelito lindo…- Avanza hacia él y lo rodea con sus brazos, con sus labios curvados en su sonrisa seductora y arrogante característica. -¿Cómo vamos a hacer esto?- Cuestiona debido a que no sabe si sus instrucciones son apenas supervisar ligeramente lo que ella hace o ser prácticamente la cola de la demonio. –Yo tengo algunos asuntos que atender, información que obtener pero mi día se vuelve interesante sólo en la noche.- Y sonríe de forma cómplice para dejarle a entender a que se refiere con aquellas palabras, ya que en general es cuando el manto nocturno cubra el Nexo que ella realmente deberá jugárselas, ya que en la mañana sólo será un poco de coqueteo, seducción, sobornos y algunas amenazas, lo normal en sus labores pero ya en la reunión tendrá que cambiar de forma y actuar como una perfecta asistente de un importante comprador de armas, y a pesar de que la actuación se le da bien es la que conlleva más riesgos ya que si es descubierta de alguna manera es muy fácil que intenten matarla, pero aquello es sólo el pan de cada día de Helena por lo que realmente no se encuentra preocupada, el único elemento que ligeramente la hace pensar de más es el brazalete que se mantiene en su muñeca que seguramente indicará donde se encuentra a cada momento y tan sólo espera que sea imposible de reconocer o de identificar como un objeto de esas características ya que desea que sea tomado en cuenta sólo como una bonita pieza de joyería.
Y la demonio se mantiene abrazando el ángel antes de salir, observándolo fijamente para que él le cuente sus planes y como piensa que deben proceder porque a pesar que la mujer ya trazó mentalmente su agenda, no sabe realmente si deberá cambiarla por el juez del Regeln y espera que este la deje actuar libremente y confíe en su persona, casi tanto como ella realmente confía en él.
| |
| | | Gerard Lightblade Admin
Mensajes : 182 Fecha de inscripción : 07/05/2012 Localización : Aquí y allá
| Tema: Re: Bienvenida. (Helena Vanderbilt) Vie Mar 01, 2013 3:48 am | |
| Sus ojos se mantienen abiertos observando con tranquilidad a la joven, sonríe apenas sobre la idea de que la chica intentara incendiar la base de la organización a la que pertenece, sin embargo por instantes piensa de alguna manera que la chica en efecto podría realizar aquella tarea. Por momentos se queda observando fijamente a la joven con atención, -La realidad es que eso ya sería muy grave.- responde con sobriedad a las palabras de su huésped, negando por momentos con su cabeza para después observarla, sus pasos se dirigen hasta la ventana y bajando su mirada por aquel lugar, las calles del Nexo se mantenían algo llenas como solía ser la mayoría del tiempo, sus ojos se cerraron y después de ello volvió a donde la demonio pasando a su lado y después avanzando hasta donde existía un teléfono el cual utiliza sin perder tampoco su atención de donde la demonio se encuentra y las cosas que ella dice, por segundos se mantiene en silencio tras marcar un numero y un rostro de molestia se hace evidente al tener que esperar a que le contestaran, sus ojos se cerraron y un suspiro termino por escapar de sus labios al escuchar que alguien le había respondido por fin.
-Ya era momento- menciono en aquel momento como respuesta a la persona que termino por hablarle, sus ojos se cerraron con enfado y después de unos segundos continuo hablando en aquel momento. –Necesitaremos otro vehículo, el día de ayer se perdió el que tenía asignado, esperaré a que ustedes manden otro- dijo tras colgarlo, sus palabras no eran una petición, y es por ello que termino por utilizar aquel tono autoritario que poseía, sus ojos se cerraron y finalmente termino por volver la mirada a donde Helena. Sus pasos le guiaron a donde la demonio tras haber colgado el teléfono y poco a poco hasta situarse delante de ella, su cuerpo se inclino apenas a donde el de la demonio alcanzando los labios de la chica para dar un beso de forma suave en ellos y posteriormente retroceder para volver a tener una postura completamente erguida.
Su rostro se mantiene serio al escuchar las palabras de la demonio y en ese preciso instante sus ojos se cierran preparándose para decir algo más, y antes de ello girando para acercarse a la puerta de la habitación y manteniéndose de pie al lado de esta sin perder de atención a la bella demonio. –Por ahora me agradaría que cumplieras un solo requisito, y ese es el volver conmigo a los cuarteles para poder ratificar ante mis superiores que continuas con vida y en el Sild.- dijo con prontitud y exactitud propias de un juez, su rostro termino girando a donde la chica y poco a poco se acerco a ella. –Como acordamos ayer, podrás gozar con cierta libertad, pero eso no cambia que tendrás vigilancia de mi parte… quizá más de la que desearías.- menciono para después negar con la cabeza. –Y ahora un poco extra, lo último que quiero es entorpecer tu misión así que será de forma que ni tu les notes, pero también tienen órdenes de cuidarte, y ahora será mejor que lo hagan con mas ahínco-, menciono en ese momento tratando de hacerle evidente que aquella idea de que los guardias la debieran proteger más a la mujer se debía a la importancia que ella tenía para él.
| |
| | | Helena Vanderbilt
Mensajes : 205 Fecha de inscripción : 10/05/2012
| Tema: Re: Bienvenida. (Helena Vanderbilt) Vie Mar 01, 2013 3:13 pm | |
| Ante el autoritario tono de voz del ángel la mujer sonríe, y cuando él se acerca a besarla lo rodea con sus brazos y lo observa aún con sus labios curvados en una sonrisa para musitar. –Uy, pero que estricto.- No puede negar que esa es una de las características que le atraen a él y es agradable ver ese atisbo de poder en el juez del Regeln que nunca pierde esa esencia producto de su cargo. Sus brazos lo sueltan cuando el busca alejarse, acomodando su cabello para que no estorbe en su rostro y sus orbes violáceas siguen sus movimientos mientras ella permanece en la sala de aquel apartamento. Ante la petición del ángel de acompañarlo a los cuarteles generales de la organización a la cual pertenece asiente con la cabeza, agregando después. –Claro angelito, no hay problema.- y sonríe después con calma, ya que aquello no la toma por sorpresa y realmente no afecta de ninguna manera los planes que tiene en el Nexo.
Abre la boca para protestar ante la mención de la seguridad que el joven busca proveerle, porque ella realmente se puede cuidar sola y además una de las cosas que le desagrada es traer una cola, ya que es un riesgo más que una forma de estar segura debido a que es una espía, una infiltrada y si alguien nota que la están siguiendo no podrá hacer su trabajo de manera correcta pero vuelve a cerrarla al notar que para el peliblanco es un elemento que le hará sentir seguro y que lo hace para que ella esté a salvo. Suspira y niega con la cabeza. “Hombres, suelen hacer ese tipo de cosas.” Razona en silencio ya que no es la primera vez que es tratada de forma preferencial por un caballero al que le interesa, supone que es un comportamiento típico para no sólo demostrar lo que significa ella para él sino también para ligeramente hacer notar el poder que posee y que está dispuesto a usar recursos para que ella siga con vida.
Un poco resignada a la idea tan sólo sonríe y le responde. –Está bien, pero si yo me doy cuenta que me siguen les haré una broma desagradable, así que tendrán que ser casi fantasmas.- Y su sonrisa se vuelve maliciosa, ya que la maldad que planea para aquel agente del Regeln que no haga bien su trabajo de cuidarla sin que nadie se dé cuenta es bastante peculiar e involucra mucha pintura. Ella se encuentra lista y camina hacia él para tomarlo del brazo, como harían las damiselas en eras antiguas en el Sild con sus caballeros y lo observa fijamente para agregar. –Yo estoy lista ¿Vamos?- No sabe que tanto harán en el Regeln pero la mujer quiere aprovechar el día, y con su bolsa especial colgando en el brazo contrario que sujeta al ángel espera que este decida avanzar hasta la puerta de su apartamento y salir de allí ya que ante las órdenes que el mismo dio está casi segura que el vehículo exigido debe de estar ya en aquel lugar o que cuando bajen al lobby del edificio ya se encontrará debido a que duda que alguien realmente quiera enfrentar la ira del calmado juez que se encuentra a su lado.
| |
| | | Gerard Lightblade Admin
Mensajes : 182 Fecha de inscripción : 07/05/2012 Localización : Aquí y allá
| Tema: Re: Bienvenida. (Helena Vanderbilt) Vie Mar 01, 2013 9:20 pm | |
| El rostro del ángel observa atento las respuestas de la joven manteniendo un semblante tranquilo, sus pasos continúan hasta la puerta siguiéndola de cerca y conduciéndola en silencio por los corredores de aquel sitio, hasta llegar finalmente a la puerta, su cuerpo se adelanta para abrir esta y en un instante su rostro gira apenas con un gesto de calma y preocupación, -Espero lleves las llaves que te di- menciono para abrir la puerta, llevando a su invitada a los pasillos del edificio y caminando después hasta el elevador, una rutina típica del Juez era no solo el asegurarse de que todo quedara en orden al cerrar la puerta, sino también de voltear a los pasillos buscando que nadie estuviera ceca, aquello no se olvido y justo antes de entrar al elevador volvió con un rostro amable a l demonio que cambio de pronto al escuchar el sonido que anunciaba que la puerta se abría.
Sus ojos se abrieron al notar aquella cabina vacía y sin siquiera importarle a él lo mucho que pudiera pasa en el momento sus brazos terminaron alrededor de la cintura de la pelinegra acercándola a si, su rostro bajo poco a poco hasta atrapar los labios de la chica y con un movimiento lento le condujo dentro del levador sin despegar el beso, por el contrario haciéndolo más lento y marcado, atrapando los labios ajenos, primero con los propios y después con el borde de sus dientes mientras su mano diestra bajaba acercando a la joven a si al presionar en la base de la espalda de la pelinegra. –Parece que está despejado- anuncio para después bajar y besar de forma lenta su cuello delineando lo que la ropa de la chica dejaba a su disposición con su lengua y llevándola contra una de las paredes de aquel lugar. Sus ojos se cerraron y sus manos levantaron un poco la cintura de la joven para después tomar sus piernas haciendo que estas quedaran a los costados de sí.
Sus manos recorrían las piernas de la chica y su cuerpo presionaba el ajeno contra la pared de forma que esto daría firmeza la postura, llevando entonces su diestra a los controles del elevador y oprimiendo un solo botón que provoco que la puerta se cerrara dando aún mas intimidad a ambos seres. –Espero no te incomode el volar- dijo en un tono que delataba una travesura, sin embargo poco tiempo de reacción dio a la demonio al llevar sus labios contra los ajenos buscando besarla y hacer que su lengua buscara la ajena cual recordatorio de la noche anterior. Su sonrisa se mostro al momento que aquel elevador comenzaba el ascenso el cual era un trayecto mucho más corto que el contrario y de igual manera mucho menos concurrido. Sus ojos se clavaron en la demonio y por instantes recordó que él no estaba en funciones hasta que estuvieran en aquella azotea. –Mientras no esté ante otra persona que me conozca no soy un juez, así que se puede considerar tregua aún-, dijo un poco travieso para comenzar a lamer primero los labios ajenos apenas un poco y después besarlos volviendo a ellos con un poco más de deseo.
Sus manos bajaron por las piernas de la demonio y su cuerpo presiono contra el ajeno aprovechando la postura que él habría elegido a propósito para hacerle entender de sus reacciones físicas ante ella, los besos terminaron en los labios de la demonio y su siguiente meta era el cuello besando esta zona con suavidad y conforme bajaba por ella convirtiéndolo en lamidas e intentos por atrapar la piel de esta zona, tratando así de aprovechar el minúsculo tiempo restante de aquella tregua. –Respecto a tus dudas, Helena- menciono suavizando su tono, -buscare que sean como fantasmas, además tendrán prohibido seguirte cuando tengas cada entrevista, sin embargo si las cosas se ponen mal deben ser los primeros en llegar… por último, si ocasionas algún disturbio trataré de llegar rimero… aún así si es necesario solo usa mi nombre.- dijo finalmente, llevando su mano por el brazo de la joven y asegurándose sutilmente de que ella llevara su regalo.
| |
| | | Helena Vanderbilt
Mensajes : 205 Fecha de inscripción : 10/05/2012
| Tema: Re: Bienvenida. (Helena Vanderbilt) Vie Mar 01, 2013 9:54 pm | |
| Retrocede dentro del elevador al momento que el hombre avanza, quedando su cuerpo contra una de las paredes de aquel sitio, rodeándolo con sus brazos para mantenerse cerca de él y sus labios respondiendo a cada uno de los movimientos de los ajenos, abriéndose un poco para atrapar el labio inferior del ángel con sus dientes, jalándolo un poco mientras inclina su cabeza hacia atrás, como si de esta manera la esencia de él saliera mejor de sus poros y pudiera saborearlo mejor para luego soltarlo y ladear su rostro para que el pueda besar mejor la piel de su cuello, tratando de también pasar sus labiales y su lengua por el cuello de él mientras su espalda se arquea ante el recorrido de su mano por esta y sus piernas suben, buscando rodearlo por la cadera y mantenerse así sujeta del juez.
La ropa de la demonio es bastante favorecedora porque deja la piel de sus piernas, parte de su pecho, sus hombros, sus clavículas y su cuello al alcance del hombre al que se mantiene abrazada y así como la posición la deja saber las reacciones físicas que causa en él, las propias no se hacen esperar pero son mucho más disimuladas por lo que la mujer en búsqueda de sentirlo un poco más cerca mueve su cadera para rozar su cuerpo con el ajeno mientras sus ojos se cierran por algunos instantes y su respiración se agita apenas un poco para luego subir besando el cuello del ángel y susurrar en su oído, dejando que sienta su aliento y la forma acelerada que inhala y exhala. –No creo meterme en problemas angelito, en estos momentos con la única persona que quiero meterme en problemas es contigo.- Y una sonrisa juguetona se forma en sus labios cuando agrega. –Porque las sanciones que me impones son deliciosamente adictivas.- Sus manos suben por su cuello para introducirse entre sus blancos cabellos y acercarlo a si para volver a apoderarse de los labios de él, incluso dejando que su lengua juegue con la ajena.
Baja un poco sus piernas para quedar de pie frente a él, interrumpiendo su beso para poder sonreírle malignamente y susurrarle al oído. -¿Me vas a extrañar todo el día?- Lo observa también algo divertida al realizarle aquella pregunta, aprovechando de bajar sus manos por el cuerpo de él para tomar el botón de su pantalón y abrirlo, bajando aquella prenda mientras ella va quedando de cuclillas frente a él y atrapando la prenda de debajo de su pantalón con sus dientes bajándola apenas un poco para que la zona del cuerpo del ángel que demuestra perfectamente lo mucho que le agrada estar con la demonio quede descubierto, introduciendo aquella zona del cuerpo entre sus labios, dejando que su lengua pase por la punta y por el resto, aprovechando para dar una pequeña succión, disfrutando los pocos instantes que le quedan a ambos en el elevador, mientras sus orbes violeta se quedan posadas en las de él para observar su reacción ante aquella maldad que hace ella.
| |
| | | Gerard Lightblade Admin
Mensajes : 182 Fecha de inscripción : 07/05/2012 Localización : Aquí y allá
| Tema: Re: Bienvenida. (Helena Vanderbilt) Vie Mar 01, 2013 10:21 pm | |
| Por instantes intenta retroceder ante el movimiento de la joven, abriendo por completo sus ojos y dejando su mirada fija en ella con sorpresa, aquello no estaba planeado, la realidad es que el plan en realidad era únicamente hacerle una maldad a la chica, sin embargo aquello apenas importa pues en el instante mismo que ella realiza aquella acción la respiración del juez se agita completamente soltando en ese punto un suspiro que es seguido por el movimiento tenso de su mandíbula que aprieta por momentos al igual que sus manos, levantando en aquel momento la mano diestra que le sirve como apoyo a su cuerpo que se tambalea en el instante mismo en el cual la joven realiza aquellos movimientos, su mirada queda fija en ella y una mezcla de placer y enojo se muestra en su rostro. Su cuerpo se tensa al frente y su concentración intenta por mantenerse en cada momento en el que la chica continúa, sus ojos se cierran conteniendo un sonido que expresaba aquella sensación que trataba de evitar, y sin embargo termina por ceder escuchándose en aquel espacio cerrado.
Sus labios se abrieron nuevamente y su fuerza de voluntad se puso a prueba al momento que sus ideas comenzaban a aclararse, finalmente terminando por expresar algunas palabras que se mezclaban con su respiración agitada. –Quizá la extrañe un poco aunque algunas costumbres en realidad no las esperaba- menciono con un poco más de serenidad, pese a la placentera sensación su rostro parecía un poco enojado, aunque era esa clase de enojo que arrancaban algunos comportamientos específicos de la demonio, y que terminaban por ser un poco más atrayentes para él desde muchos puntos de vista. Sus ojos se abrieron nuevamente y aquella imagen de la chica en aquella postura provoco que su cuerpo reaccionara haciendo más notoria la reacción en la zona cercana a la demonio.
Aquel elevador continua su ascenso y el rostro del ángel gira a donde el indicador de en que parte de su trayecto van se muestra, la cercanía a su destino era bastante y sin pensarlo siquiera su mano diestra se extiende para oprimir un botón que provoca que el ascensor se detenga de inmediato. Sus manos regresan a donde la demonio levantándola y haciendo que la espalda de ella quede contra el elevador, subiendo entonces en ese instante sus labios por el cuello de la demonio comenzando a morder un poco la piel de la demonio, llegando hasta la altura de la oreja de la demonio mordiendo un poco está y después bajando sus manos por la cintura de la pelinegra, atrayéndola hasta donde él.
-Ese gusto tuyo por intentar volverme loco- menciona al momento que sus manos bajan por la cadera de la chica de ojos violeta y poco a poco llega a sus piernas subiendo por ellas y haciendo una leve presión en el instante que sus caricias llegan justo al punto medio entre ambas piernas. –Y como si eso no fuera suficiente también esta esa manía tuya de ganar siempre- exclamo finalmente haciendo un poco más de presión, el tiempo que ambos podrían aprovechar ahí no era mucho pero aquella acción habría al menos bastado para darles algunos minutos más antes de que todo debiera volver a la normalidad.
| |
| | | Helena Vanderbilt
Mensajes : 205 Fecha de inscripción : 10/05/2012
| Tema: Re: Bienvenida. (Helena Vanderbilt) Vie Mar 01, 2013 10:32 pm | |
| Se deja levantar por el ángel y al quedar de frente a él toma sus manos, subiéndolas por sus caderas para que atrapen la ropa interior debajo de su negro vestido, introduciendo sus pulgares entre esta prenda y su piel y luego haciendo que el joven baje un poco sus manos para que aquella tela descienda también un poco, dejándole el resto de la tarea a él por realizar para que retire aquella pieza de su vestuario si así lo desea pero observándolo fijamente con una sonrisa maliciosa en los labios mientras realiza aquello. –Te lo dije, tu cordura es mía ahora y yo decido cuando devolvértela.- Sus piernas lo rodean luego mientras su cadera se mueve de forma que sus cuerpos se unen con aquel sencillo movimiento en el cual la mujer decide agregar. –No puedes culparme por querer ganar siempre.- Y sus brazos también lo rodean, quedando su espalda contra la pared y dejando que sea mayormente el joven quien controle los movimientos, a pesar que ella se mueve de forma estimulante y sus labios suben por el cuello de él, besando de forma apasionada sabiendo que no tienen mucho tiempo para aprovechar aquel elevador de esa forma tan poco ortodoxa. | |
| | | Contenido patrocinado
| Tema: Re: Bienvenida. (Helena Vanderbilt) | |
| |
| | | | Bienvenida. (Helena Vanderbilt) | |
|
Temas similares | |
|
| Permisos de este foro: | No puedes responder a temas en este foro.
| |
| |
| |
|