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| Descanso y recuperación. (Gerard Lightblade) | |
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Helena Vanderbilt
Mensajes : 205 Fecha de inscripción : 10/05/2012
| Tema: Descanso y recuperación. (Gerard Lightblade) Mar Mar 05, 2013 1:02 pm | |
| La mujer sonríe coquetamente al conductor que con galantería ha hecho todo lo que ella le ha pedido y hace un gesto con su cabeza de despedida al subir al elevador junto a la camilla donde está atado el ángel, observando aquella escena al principio con diversión pero aquello no dura demasiado ya que es más el enojo y el pesar que siente ante las heridas del ángel que lo entretenido que es verlo amarrado a una camilla. Su mano diestra presiona el botón que indica el piso donde el hogar de aquel hombre se encuentra y las compuertas del elevador se cierran con un ligero chasquido metálico para que este empiece a moverse con parsimonia de forma ascendente mientras la demonio se inclina hacia el peliblanco y deposita un beso en cada parte del rostro ajeno que no está vendada.
Aquel ascensor se detiene con suavidad debido a la poca velocidad con la cual se movían y otro sonido anuncia que las puertas vuelven a abrirse en el piso adecuado por lo que la dama empieza a empujar cuidadosamente la camilla por aquel pulcro suelo hasta llegar a donde se encuentra la puerta que separa aquel pasillo público del interior del apartamento del juez y su mano derecha abre de un solo movimiento el cierre de la bolsa que se mantiene en su hombro sujeta por medio de una correa azabache y hurgando en su interior sus dedos hacen contacto con un frío objeto metálico el cual toma entre índice y pulgar para sacarlo, mostrando así la llave plateada que el ángel le había dado el día anterior para que pudiera regresar a su apartamento siempre que la demonio lo deseara. Su mano se dirige hacia la cerradura de la puerta para introducir aquel objeto en la misma y luego de girarla un par de veces logra quitar el seguro y mover el picaporte para abrir la puerta, empujando la misma primero con sus manos justo luego de haber retirado la llave y vuelto a soltar dentro de su cartera, dejándola caer en el interior sin mucho cuidado para al estar aquella en el ángulo correcto la mujer camine un poco, quedando a la altura del rostro del hombre con respecto a la camilla, tomando las barras de esta para empezar a empujar de la misma manera que antes, de forma cuidadosa y lenta para que el movimiento no lo saque de su letargo y mucho menos pueda lastimarlo más de lo que ya está hacia el interior de aquel lugar, dejándolo en la sala para luego devolverse y cerrar la puerta, pasando el seguro interno de esta y volviendo a rebuscar con su mano en su bolsa para sacar la llave y pasarla por dentro ya que ante aquel atentado en contra de la vida del dueño de aquel departamento un poco de paranoia se apodera de ella y no escatima en medidas para mantenerlos a ambos seguros.
Su mano vuelve a dejar la llave en el lugar de antes y descuelga la cartera que ha estado toda la noche en su hombro para dejarla en un sofá puesta, cerca de donde está aquel portafolio con todo el material necesario para su misión. Un largo suspiro de cansancio es dado al recordar que debe redactar un informe con todo lo ocurrido en aquel sitio y asegurarse que la misma cantidad de armas que fueron sustraídas de Inferna era la que la demonio ha hallado aquella noche y que de igual manera el número no fluctúe al momento que fueron devueltas a su organización ya que tendría que iniciar una investigación al equipo que se encargó de la transportación de las mismas hacia Chaos.
Su prioridad en aquel momento es otra y sus pasos la llevan de nuevo ante la figura del ángel caído, de forma tan literal como ella misma no tiene conocimiento y sus manos se mueven con delicadeza y experticie para empezar a aflojar los amarres que mantienen sujeto al joven de cabellos blancos a aquella camilla en pos de liberarlo y al terminar aquella labor sus pasos la alejan nuevamente de él, caminando hasta la habitación que ambos compartieran la noche anterior y empezando a buscar algunos pañuelos de tela, un poco de agua y aquel peculiar envase que el hombre había aplicado el día anterior en las heridas de la mujer, sin saber realmente donde se encuentra este ya que fue bastante notorio para ella que aquella medicina fue lo que aceleró su proceso de recuperación luego de la emboscada realizada al vehículo donde ambos estaban viajando, queriendo causar el mismo efecto en las heridas del ángel ya que desea verlo recuperado completamente lo más pronto posible.
Lo único que puede escuchar el hombre desde su posición en la sala son los acelerados pasos de Helena, ruido bastante audible por el material de sus tacones mientras ella recorre no sólo su habitación sino casi todo el apartamento en busca del susodicho spray que puede ayudar a la habilidad en sanación que el hombre ya posee, mientras las ideas y pensamientos de la demonio vuelan por instantes, pensando en las fallas de seguridad que posee la organización a la que Gerard pertenece y la arrogancia de aquella de creer tener todo bajo control, misma que impidió que aquel explosivo fuera detectado antes de tiempo y también el vampiro de cabellos negros ocupa un importante lugar en su mente. "Te voy a matar Kesler, le pondré un precio a tu cabeza." Aquellas palabras la hicieron sonreír por instantes pero no detenerse a descansar sino continuar buscando con más ahínco la medicina para usarla lo más prontamente posible en el ángel de cabellos blancos que se mantiene descansando en la sala de aquel apartamento. | |
| | | Gerard Lightblade Admin
Mensajes : 182 Fecha de inscripción : 07/05/2012 Localización : Aquí y allá
| Tema: Re: Descanso y recuperación. (Gerard Lightblade) Mar Mar 05, 2013 2:51 pm | |
| Casa al fin, aquella frase tenía mucho más sentido del que el hombre recordaba pues en el momento en que todo termino y la demonio le llevo al interior del departamento un largo y bastante sonoro suspiro escapo de sus labios cual si sintiera un alivio total después de lo ocurrido, no solo estaba el hecho de que el Regeln habría sido atacado de una forma bastante directa si no el enterarse por labios de la joven demonio que la persona que habría conseguido tal logro no era otra que Aidan Kesler, lo último que deseaba en ese momento era saber que aquel hombre seguía libre pero era claro que sin duda aquello era una realidad. Bajo otras circunstancias presentaría una queja directo contra el Blood Throne, algo que permitiera que incluso el Regeln ingresara al plano Leji y buscara de un lado a otro al hábil y escurridizo vampiro, aunque sin duda aquello no llegaría más que a vanas ideas, después de todo si algo podía hacer bien aquel hombre además de negociar era escapar y esconderse, al menos por ahora parecía que pasaría algo de tiempo para que pudieran siquiera volver a verlo, si es que asomaba su rostro por ahí nuevamente. En otro pensamiento, esa operación de tráfico de armas era la segunda fallida del comerciante y sin duda si su organización había permitido la primera, ahora que se sumaba una derrota más no estaba muy convencido de que siguieran cuidando con tal ahínco sus espaldas.
Sus ojos se abren al sentirse libre y buscar en aquel momento con la mirada a la demonio sin mayor éxito que encontrar ya aquel espacio a su alrededor vacio, sin duda se estaba moviendo rápido y aquello le hacía sentir inútil, al menos parecía que alguien se preocupaba un poco por él, bueno, alguien más además de sus superiores que sin duda ya habrían de llamarle más tarde, por ahora las caras publicas del Regeln, mismas que solían ocupar puestos de alto mando pero que en realidad no estaban muy involucrados en la actividad rutinaria de la organización, ya se encontraban hablando con la prensa, minimizando daño y buscando explicaciones lógicas que ofrecer al Nexo, la pregunta correcta era una y mientras la mirada cansada del peliblanco buscaba aún a su acompañante, aquella duda resonó fuerte en su mente, ¿Realmente el Nexo creería las explicaciones que de el Regeln?... su mirada bajo y en un segundo tuvo que cambiar su expresión adquiriendo cierta dureza, el era después de todo el juez encargado de la zona central del Nexo, lo que significaba que estaba dentro de los directamente involucrados con todo aquello.
-Helena- , trato de llamar a la joven, su voz sonaba débil y cansada incluso costando trabajo el hilar sílabas pese a que en su mente la idea había sido bastante clara y concisa y al menos en pensamientos el tono de voz que buscaba usar era uno serio, no es lastimoso hilo de voz que lograba liberar para después suspirar con enfado ante su evidente mal estado. La necedad del ángel provoco que su mano libre se apoyara sobre la camilla y conteniendo el dolor que aún existía pero estaba más bien adormecido, consiguió levantarse, primero sentándose en la camilla y después colocando ambos pies en el suelo para intentar dar un paso al frente sin el mayor éxito que el terminar tambaleándose al dar el primero de los pasos. “No pienso quedarme así”, recapacito arrastrando sus pies más que levantándolos conforme su andar se reanudo de forma un tanto torpe, su mano se apoyaba en todo lo que encontrara tirando algunos jarrones y volteando cuadros en la pared al acomodarse contra esta para evitar caer.
Su ojo se clavo entonces en el pasillo que conducía a la puerta de la habitación buscando la manera para entrar y al sentir que la frustración era mucho más que el progreso su mano libre fue llevada a donde el vendaje de la otra, tirando de él y arrancando aquellas fibras para dejar su brazo libre, una corriente eléctrica recorrió en aquel momento su cuerpo, el dolor volvía pero él no era de los que terminaban cediendo ante algo tan trivial como una dolencia física. Sus paso le llevaron al borde de la habitación y su mano libre fue llevada al vendaje de la cara el cual intento romper sin mayor éxito que el lograr sentirse más inútil terminando por retirarlo de aquel lugar, haciéndolo caer al suelo.
-¿Estas bien?- pregunto escuchando un poco mas su propia voz al llegar a la habitación y mantenerse contra el marco de la puerta, su respiración era agitada y sin embargo una sonrisa fija se formo en sus labios mientras esperaba la respuesta de la demonio, -gracias, realmente me hacías falta y estaba preocupado por ti-, aquello fue natural e inconsciente, era verdad hasta el último punto así como el rostro de alivio que se genero en el necio ángel que solo dejaba caer su cuerpo pegado en la pared para terminar sentado en el suelo. –realmente luces preocupada amor-, dijo sonriendo con naturalidad antes de bajar su rostro agotado, aquella palabra no era más que una expresión de cariño aunque pudiera entenderse a otra connotación quizá porque en el fondo la mujer era un poco de eso, pero sobre todo porque la mente del ángel funciona bien, al menos en su interior aunque en el momento de exteriorizar las cosas es o demasiado honesto o demasiado corto de las capacidades que él cree están a un cien por ciento, se da cuenta de su error y sin embargo se preocupa poco por corregirlo, solo levantando su rostro y sonriéndole a la mujer, ambos ojos se encuentran bien aunque en el lado que estaba cubierto existen múltiples laceraciones a causa de cristales rotos mismos que habrían cortado apenas de forma superficial su parpado pero que comenzaban ya a cerrar, el se mantenía ahí y una carcajada escapo en aquel instante, hasta ese punto se dio cuenta de lo feliz que le hacia el tener a la demonio cerca de él.
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| | | Helena Vanderbilt
Mensajes : 205 Fecha de inscripción : 10/05/2012
| Tema: Re: Descanso y recuperación. (Gerard Lightblade) Mar Mar 05, 2013 3:26 pm | |
| Su andar se detiene al escuchar el escándalo que genera el hombre a su torpe paso, siendo mayormente causado por el ruido de distintos materiales romperse al estrellarse contra el suelo lo cual pone en alerta a la dama que abre un poco más los ojos, su cuerpo se mantiene por instantes inmóvil y erecto mientras sus pupilas se dilatan, tratando de agudizar el oído para saber cuál es el origen de aquel alboroto cuyo origen parece provenir de la sala, mismo sitio donde ha dejado la camilla con el ángel sobre la misma y como si de repente cayera en cuenta da un pequeño saltito producto de un impulso eléctrico que parece recorrer su espalda y apenas un nombre escapa de sus labios, impregnado de un tono preocupado. -¡Gerard!- Actúa lo bastante tarde como para que al momento que su cuerpo vuelve a adquirir movilidad y empieza a salir de la habitación se encuentra con el joven de cabellos blancos sentado contra el marco de la puerta y su gesto de preocupación cambia totalmente por uno de enojo ante la terquedad de este de mantenerse quieto.
-¡Gerard Lightblade! ¿Qué demonios haces aquí?- El cuerpo de la mujer desciende a medida que sus rodillas se flexionan, quedando de cuclillas frente al malherido juez y observándolo con severidad, expresión que hace que el inicio de ambas cejas baje un poco al fruncirse su ceño y le dé un aire atemorizante a aquella atractiva fémina. La expresión cariñosa con la que él se refiere a la demonio la toma por sorpresa y de inmediato su gesto cambia a uno de incredulidad, incluso abriéndose por instantes sus rosados labios como una expresión de asombro mientras lo observa fijamente. “Realmente debes estar mal, angelito.” A pesar de aquel pensamiento que trata de justificar aquellas palabras bajo una elaborada matriz de raciocinio su cuerpo parece no querer hacer caso a sus elucubraciones y sus mejillas se tiñen de un tono ligeramente carmesí por unos instantes, volviendo a adoptar su color normal luego de que el aire es exhalado rápidamente en forma de un prolongado suspiro dado por la pelinegra y que ella tomara la mano que antes, en la ambulancia, había sujeto entre las de ella y dejando que las propias suban por su muñeca lentamente, tanteando y ayudándose con sus dedos para saber en qué tan buen o mal estado se encuentra aquel brazo, estudiándolo minuciosamente para que al finalizar y llegar a la conclusión en la cual no le queda de otra que usarlo la mujer dice. –Aquí vamos, aguanta.- Y lo jala lo más firmemente que puede, pero intentando que el movimiento no sea demasiado agresivo y pueda abrirle más alguna herida o lastimarlo al mismo tiempo que sus pies giran un poco, estando todo su peso en la punta de estos para quedar de perfil frente al hombre de forma que cuando ella vuelve a extender sus piernas para levantarse, lleva el brazo masculino detrás de su hombro y manteniéndolo sujeto con algo de fuerza con su mano derecha, quedando él a la izquierda y siendo el brazo de aquel lado el que intenta pasar por su espalda y sujetarlo con el mayor cuidado posible por el costado para ponerlo de pie junto a ella. Su torso se inclina ligeramente hacia adelante para que el mayor peso posible sea cargado por ella y a pesar de que no posee una gran fuerza física es la voluntad de realizar aquello lo que impide que caiga, ya que sus piernas tiemblan ligeramente ante su propio cansancio, la altura de sus tacones y el peso del ángel mientras avanza hasta la cama que reina en la habitación del juez y justo al quedar frente a ella su cuerpo vuelve a girar con la mayor lentitud que sus pies permiten para que sea el hombre quien quede de perfil frente a la cama y soltando poco a poco su brazo y su agarre para que pueda quedar sentado, esperando que pueda colaborar y evitar caer abruptamente sobre el colchón y al momento que incluso sus rodillas se flexionan y su cuerpo se inclina hacia él para dejarlo con la mayor gracia posible sentado sobre la cama la joven cierra los ojos, tratando de aguantar aquel sobreesfuerzo y apenas puede caminando para ayudarlo a recostarse de forma que ocupe totalmente aquella cama, resignada a no dormir con él debido a que sabe que debe darle su espacio para que sus heridas puedan recuperarse.
Toma asiento a su lado por algunos instantes tan sólo para inclinarse al frente y retirar los tacones de sus pies, dándoles un empujón con estos para que queden debajo de la cama y si el terco ángel quiere levantarse no se tropiece y caiga torpemente por su culpa para luego apoyar las palmas de su mano sobre el colchón, casi aferrándose al borde de este al flexionar sus dedos y su mentón se alza por instantes, sus párpados caen cubriendo sus ojos y su diestra sube rápidamente hasta su cabeza, liberando su cabello oscuro de aquel elemento que la mantiene sujeta para así intentar disminuir el dolor que hace palpitar su cabeza mientras su respiración se hace más acompasada, un poco enojada consigo misma pero permitiéndose descansar mentalmente por minutos para luego levantarse nuevamente, dando algunos pasos hasta donde la mayoría del material que buscaba antes se encuentra y luego volviendo hasta donde está el peliblanco, humedeciendo algunos pañuelos y empezando a limpiar la sangre de su rostro, cabello y zonas de piel descubiertas mientras a la vez intenta retirar la ropa del hombre con suma paciencia, cuidando que ningún trozo de tela se hubiera adherido a ninguna herida, limpiando aquellas partes de su cuerpo que van quedando descubiertas a medida que la demonio lo desnuda mientras le habla intencionalmente para distraerlo por si alguno de sus movimientos le causa algún dolor, debido a que si está prestándole atención a la plática improvisada es menos propenso a los estímulos que envían a su cerebro las zonas lastimadas de su cuerpo. –Estuve buscando lo que me aplicaste angelito, pero no lo encontré, recuerdo que aquello fue excelente para sanar mis heridas por lo que quiero usarlo contigo para que sanen las tuyas, de igual manera aquí estoy y puedes contar conmigo...- La mujer sabe que sus palabras son sinceras pero pueden ser consideradas mera cháchara y un ávido observador podría notar fácilmente que sólo habla para que el silencio no sea el único compañero de ambos y para que el hombre no se torture innecesariamente ante el dolor que sus propias heridas le causan o ante algún otro pensamiento que pueda ser relativo al ataque que sufrió aquella noche.
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| | | Gerard Lightblade Admin
Mensajes : 182 Fecha de inscripción : 07/05/2012 Localización : Aquí y allá
| Tema: Re: Descanso y recuperación. (Gerard Lightblade) Miér Mar 06, 2013 1:01 am | |
| Lo que quedara de orgullo del ángel se perdía conforme tenía que recurrir a dejar que la demonio actuara, aquello era incomodo, eso era una realidad sin embargo había que admitir que no era algo que pudiera hacer el solo, por primera vez desde hacía ya bastante tiempo le tocaba ser el que no pudiera valerse por sí mismo. Conforme su consciencia volvía aquella idea comenzaba a molestarse y desviando por momentos su mirada al lado de la cama y bajando de esa manera al suelo, escucha entonces las palabras de la demonio que ya le habría ayudado a llegar a aquel lugar y con cierta preocupación en su mirada, decide sonreírle con una calidez inusual tratando de negar con la cabeza, lo cierto es que la mujer se estaba sobre esforzando y aquello era notorio, no se necesitaba estar en optimas condiciones para entenderlo, seguramente ella habría tenido una noche tan difícil como la propia y quizá lo único que ella realmente necesitaba era el descansar. Sus labios trataron de abrirse sin mucho éxito y por ello se limito por el momento a ahorrar fuerzas y contener las palabras, así como a observar a la mujer con una expresión preocupada en su rostro.
Sus fuerzas parecían completas en su mente y con lo que restaba de dignidad su rostro logro componer una mueca de enfado en el momento que sus ojos se reabrieron observando con severidad a la demonio, su ceja derecha trata de levantarse y sus labios tratan de curvarse un poco más para después de ello negar con la cabeza, -No es necesario que continúes con esto, todo está bien- menciona con cierto nivel de autoridad, y pese a todo termina suspirando para después desviar su mirada con enfado al suelo, haciéndose notorio que el mostrarse débil o admitir del todo que necesitaba a alguien no era algo a lo que él estuviera completamente acostumbrado, -gracias- termino en un hilo de voz que no era más que un susurro, sus labios parecían abrirse apenas mientras negaba con la cabeza.
Finalmente su mano se levanto para tomar la de la demonio por la muñeca, no había fuerza en aquel instante solo la intención de hacer que la joven se detuviera en aquel momento, su cuerpo intento con cierta dificultad levantarse y pese a que el dolor parecía volver haciendo por segundos que el gesto de dolor se manifestara en su rostro, aquello no termino por detenerle hasta que su torso logro mantenerse erguido, estando ahora sentado en lugar de tendido sobre la cama.
Sus ojos se cerraron y con una delicadeza inusual pese a la torpeza que parecía general en él, a causa de las heridas, termino por alcanzar los labios de la joven de cabellos negros, el primer contacto fue un roce leve que alejo por completo el dolor de su mente, y posteriormente aquellos labios que se relajaban apenas un poco terminaron por hacer un movimiento apenas notorio que atrapaba el labio inferior de la demonio entre los propios, inclinando su rostro unos centímetros a la derecha para que el contacto de los mismos resultara en una unión semi-perfecta con los ajenos. Al menos por aquel segundo no había dolor y tampoco había una torre ni escombros, para ser honesto aquella estrategia lanzada de manera hábil por el juez era justo lo que su mente pedía desde el momento en que el rostro de la chica de ojos violeta se había cruzado con el propio.
-Deja ya de preocuparte por la medicina- exclamo al separar sus labios, dejando entonces una separación mínima entre sus rostros, sus ojos se abrieron buscando la mirada de la chica y finalmente su expresión se relajaba nuevamente, internamente el sabia que aquello era algo que necesitaba y que en realidad era quizá lo único que deseaba en esos momentos. –Tengo ya lo que necesito-, completo para después retroceder lentamente recostándose de forma tranquila, sus ojos se cerraron y de forma lenta su respiración regresaba a un punto normal. –Seamos sinceros señorita Vanderbilt, si he sobrevivido a usted no creo que haya nada que pueda matarme- termino por completar aquella frase con una leve sonrisa, el resto de las fuerzas de su cuerpo le sirvieron en aquel punto para hacerse a un lado, acomodando su brazo lastimado de forma tal que quedara cerca del borde de la cama y dejando de esa manera un espacio a su lado, solo su mirada alcanza a invitar a la demonio en ese momento, sonriéndole de forma tranquila, quizá aquello parezca riesgoso aunque a final de cuentas pareciera creer que eso es todo lo que necesita en aquel momento.
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| | | Helena Vanderbilt
Mensajes : 205 Fecha de inscripción : 10/05/2012
| Tema: Re: Descanso y recuperación. (Gerard Lightblade) Miér Mar 06, 2013 1:30 am | |
| Cuando el ángel se reincorpora lentamente la expresión de la demonio se torna severa, ya que sabe que aquel movimiento puede ser perjudicial para alguna de las heridas que esté en pleno proceso de recuperación pero está consciente que la terquedad que el hombre posee seguramente sólo puede equipararse a la propia por lo que deja sus párpados caer, negando con la cabeza y exhalando aire presurosa en forma de un suspiro alargado para que sus ojos se abran de forma sorpresiva ante la unión de sus labios y luego vuelvan a cerrarse con parsimonia, respondiendo a los movimientos con sumo cuidado, queriendo subir su mano diestra hasta el rostro ajeno pero deteniéndose al momento que las yemas de sus dedos rozan la fibra que cubre la mitad de la cara del joven de cabellos blancos, bajándola de nuevo y dejándola caer a su lado.
La invitación del hombre resulta enormemente tentadora debido al agotamiento físico que su cuerpo padece pero su mirada se desvía al marco de la puerta de aquella habitación, sintiendo una urgencia mental de encontrar la medicina que está buscando y sabiendo que debe realizar los reportes de lo sucedido en el Nexo y al haber hecho aquello múltiples veces en el pasado sabe que mientras menor tiempo sea el transcurrido entre el suceso y el reporte, más fidedigno a la verdad y lleno de detalles importantes resultará el mismo pero su misma fisionomía no sólo le pide sino también le exige inmediato descanso por lo que la dama tan sólo se levanta por unos instantes, llevando ambas manos a la parte delantera de su blusa y abriendo con rapidez y habilidad los botones de aquella prenda, uno a uno hasta poder dejar que la tela se deslice por sus brazos y caiga limpiamente en el suelo de la habitación, sin preocuparse por recogerlo y quitarlo de en medio, ya lo hará el día siguiente al despertar. Debido a que aquella era la única prenda realmente estorbosa ya que las medias se han adherido de forma tal a su piel que sería más incómodo retirarlas que dejarlas puestas decide volver a la cama al quedar sólo en sujetador, una hermosa pieza de encaje negro que combina perfectamente con la ropa interior que se esconde debajo de su falda de tubo del mismo color y con el encaje superior de sus medias negras semitransparentes. Primero queda sentada del lado en el que el ángel le cede espacio y poco a poco va subiendo sus piernas a la par que su torso se inclina para quedar en posición horizontal debido a que desea hacer sus movimientos con el mayor cuidado posible, en pos de que su cuerpo quede en una posición cómoda para el ángel que no le robe demasiado espacio y su cabeza apenas se apoye sobre el brazo masculino para luego deslizarse hacia adelante, quedando de perfil frente a él para intentar acercarse y poder robar un poco de su calor.
Su mirada es algo insistente con una ligera esencia de tristeza y su mano derecha sube un poco, empezando a deslizar sus finos dedos a través del pecho y el abdomen del juez del Regeln, esquivando heridas y sin hacer presión siquiera, notando como son pocas partes de su piel que permanecen ilesas y sin ninguna marca ya que las que no tienen cortes parecen tener algunos moretones y a pesar que la demonio desconoce lo ocurrido, sólo posee información de los hechos generales pero no sabe en donde se encontraba el peliblanco al momento de la explosión y como se había hecho aquellas heridas y aunque la tentación de preguntarle sobre los sucesos de aquella noche es tan alta como de ella contarle lo que había sucedido con Kesler no se anima debido a que saber que el hombre debe descansar. Su cabeza se sitúa en el lugar entre el torso y el brazo del ángel, acomodándose en aquel lugar y dejando que sus párpados vuelvan a cubrir sus orbes violáceas, esperando que el día siguiente le traiga respuestas y energías repuestas, además de que desea que el descanso le otorgue al juez una recuperación satisfactoria de la mayor cantidad posible de sus heridas pero primordialmente que su orgullo sea sanado, ya que sabe que debe estar tan herido como su propio cuerpo.
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| | | Gerard Lightblade Admin
Mensajes : 182 Fecha de inscripción : 07/05/2012 Localización : Aquí y allá
| Tema: Re: Descanso y recuperación. (Gerard Lightblade) Miér Mar 06, 2013 1:54 am | |
| Aquella cálida sensación que provoca la cercanía de la demonio provoca una sonrisa calma en los labios del ángel, por curioso que llegara a parecer aquello ya no le molestaba e incluso debería reconocer que era uno de los pocos momentos del día donde se encontraba realmente cómodo y bastante tranquilo. Sus parpados se mantienen cerrados y su mano se mueve con delicadeza, tanto por las heridas propias como por el hecho de poder al menos tener a la demonio cerca, llegando hasta el cabello negro de la joven y dejando que sus dedos pasen entre el cabello de la chica y poco a poco la acerquen un poco más a sí. El silencio seguía siendo incomodo pese a todo, aún así decidió permanecer en un absoluto silencio que apenas y era interrumpido por la respiración de ambos y el sonido de la mano del ángel pasando por donde el cabello de la demonio y bajando después por su espalda casi llegando a abrazarla y buscando de una manera sutil de atraerla hasta donde él.
La lentitud de las acciones y el silencio resultaban capaces de envolver al ángel por completo que sin proponérselo realmente terminaba de forma lenta por sentir una pesadez mayor que era causado en parte por las heridas que aún poseía y también por el calor que la demonio emanaba, incluso su ritmo cardiaco parecía ser llevado por la misma sensación y conforme la relajación se extendía la conciencia cedía al sentirse ya no solo en un lugar seguro, sino también con una persona que no solo consideraba segura, si no completamente confiable. Su respiración terminaba por anunciar que su consciencia terminaba y su cuerpo por ende seguía un lento pero positivo proceso de recuperación a causa del descanso que le permitía concentrarse únicamente en aquella tarea de regenerar las heridas provocadas en la explosión.
Conforme el sueño entraba en una fase más profunda, los raspones y cortaduras superficiales comenzarían a cerrarse, dejando primeramente algunas costras, marcas leves de tallones que conforme los minutos pasaban caían para dejar la piel del juez cual si no hubiera una herida anteriormente. Su brazo por otro lado, al igual que las heridas más severas eran una historia hasta cierto punto distinta, destinadas a una recuperación gradual y lenta se limitaban a tomar fuerza buscando acomodar las heridas más notorias en las mismas y regenerar tejidos.
La fuerza física era recuperada de forma gradual y mientras el sueño continuaba la mano del juez recuperaba potencia terminando por abrazar con un poco más de firmeza a la demonio, acomodándola con un poco más de confianza sobre si y rodeándola finalmente por la cintura. Era agradable el tener a alguien para variar un poco, sin embargo lo que más molesto era para aquel hombre era justamente el no poder ofrecer un trato similar a la demonio. Sus ojos se abrieron finalmente manteniendo la mirada extrañada donde la chica permanecía y con cierta calma ya tras haber sanado un poco durante algo de tiempo, sus labios se acercaron a los ajenos y su cuerpo se acomodo con un poco más de confianza al lado del de la demonio.
Su conciencia regresaba un poco más, aunque solo para recordarle como estaba y el sitio donde se encontraba así como quien era la persona a su lado, pese a lo interesante que hubiera resultado la demonio desde un inicio la idea de que ella terminara de esa manera a su lado hubiera causado una tenue risa al juez en el momento que conoció a la demonio, sin embargo aquello era una historia pasada y en el presente, la idea de tenerla a su lado era una de las pocas cosas que realmente apreciaba, su mano termino por soltar a la chica y con dificultad evidente logro mover las cobijas para cubrir a su invitada acercándose a donde ella y manteniéndola cerca de sí. –Comienzas a ser mucho más que una molestia- susurro observando a Helena para después de ello observar al techo esperando, por si el demonio deseaba hacer algo y pensando en que sería el siguiente paso.
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| | | Helena Vanderbilt
Mensajes : 205 Fecha de inscripción : 10/05/2012
| Tema: Re: Descanso y recuperación. (Gerard Lightblade) Miér Mar 06, 2013 2:16 pm | |
| Su cuerpo permanece tranquilo, su respiración acompasada es apenas audible y su pecho sube y baja al ritmo de esta de acuerdo al aire que entra y sale de sus pulmones para oxigenar su sangre y también deja en claro que la mujer no permanece consciente sino cayó hace algo de tiempo en el mundo onírico por lo que su cuerpo parece tan fácil de mover como lo sería el de una muñeca y por ende cuando el ángel intenta acercarla más, ella lo permite e incluso se acomoda mejor, con algo más de confianza que le da su estado de inconsciencia, tanta que sube un poco su pierna para colocarla encima de la ajena sin dejar de dormir.
Siente al hombre moverse de su lecho y aquello no la despierta, realmente su cuerpo necesita recuperar energías y ni siquiera cuando oye la voz de él logra abrir los ojos aunque sus palabras llegan a una parte ligeramente despierta de su conciencia y sus labios se curvan ligeramente en una pequeña sonrisa de satisfacción y su cuerpo busca al ajeno al moverse ligeramente, tratando de guiarse por el calor que emana el joven de cabellos blancos para volver a estar cerca de él.
Pasaron horas y al momento que algunos rayos de sol se colaron por los cristales de la ventana que da al balcón al que se puede acceder desde el cuarto los párpados de la demonio se abrieron, recibiendo aquellas caricias lumínicas con un gesto primero de molestia y luego uno sereno. Su mirada se posa entonces en el hombre que dormita a su lado y sonríe al ver como las heridas que posee parecen mucha saber sido ya sanadas debido a que más zonas de su nívea piel permanecen suaves al tacto y a la vista y su mano sube lentamente hasta su rostro, empezando a retirar el vendaje que cubre la mitad de este con sumo cuidado de no despertarlo y más importante aún, de no lastimarlo. Su torso se eleva en silencio para quedar sentada en la cama, con aquella fibra manchada de carmesí en su diestra mano y luego su cuerpo gira para que sus pies toquen suelo, buscando levantarse disimuladamente y llevar aquellas vendas al bote de basura, desechándolas y luego dejando al juez dormir mientras sus pasos silenciosos la llevan hasta la sala de su apartamento.
Al momento de llegar a esta su cuerpo vuelve a tomar asiento, esta vez en el sofá donde se encuentra su cartera del día anterior y su portafolios, el cual toma y levanta para dejarlo sobre su regazo abriendo aquel con un par de dedos de su mano diestra y sacando el ordenador de su interior el cual mantiene sujeto con su zurda mientras la otra mano hace lo propio para quitar de sus piernas el bolso donde aquel computador estaba guardado. Ahora aquella máquina sustituye al portafolios en su regazo y tomando la pantalla entre índice y pulgar para empezar a abrirla lleva su otra mano al botón de encendido, dejando que la misma cargue mientras su torso se gira con cuidado de no tirar aquel objeto al suelo, buscando un par de papeles en una de las carpetas que aún se encuentran en el portafolios, sacándolos con cuidado y empezando a comparar información de aquellos documentos con la información de las armas, lugar y personas asistentes a la reunión del día anterior. Luego de mentalmente hacer una revisión y verificar que todo se encuentre en orden empieza a abrir programas y teclear, redactando un informe que sea lo más fiel y esclarecedor posible para que Inferna entienda que sucedió en aquel lugar, la información extra que la demonio pudo conseguir y adornando algunas realidad para justificar sus medidas explosivas que buscaron exterminar al traficante de armas, además agregando lo de la explosión en el Nexo y los daños que pudo percibir los breves instantes que estuvo junto a la sede principal del Regeln. Su mente permanece concentrada en el documento que escribe, sus ojos fijos en la pantalla y sus dedos deslizándose hábilmente por aquel teclado mientras su respiración se mantiene tranquila, su expresión seria y algunos cabellos azabaches cayendo sobre su rostro y su pecho sin que la dama recuerde que sólo se halla en sujetador, falda y medias en aquella sala, un atuendo un poco extraño y aún más si alguien decide visitar al ángel, sin saber si aquel le ha dado una llave de su apartamento a otra persona que pudiera entrar sin previo aviso preocupada por el estado de salud de Gerard Lightblade.
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| | | Gerard Lightblade Admin
Mensajes : 182 Fecha de inscripción : 07/05/2012 Localización : Aquí y allá
| Tema: Re: Descanso y recuperación. (Gerard Lightblade) Miér Mar 06, 2013 3:16 pm | |
| La consciencia es algo complejo de mantener cuando se está en un estado tan lamentable como el de aquel hombre, más allá de las heridas puramente físicas dejadas sobre su cuerpo están aquellas mentales que provienen de fuentes mucho más insospechadas de su propia existencia, por un lado la idea de que aquella organización a la que pertenece fuera tacada de una forma tan descarada evidenciaba en aquel momento la debilidad propia, y al pensar en ello no solo se refería a la debilidad de la organización en general si no también a la de si mismo, ¿cómo era posible que pudiera haber pasado algo así en su oficina sin siquiera haberlo notado?, aquella duda era una autentica molestia, no solo porque existía aquel sentimiento casi frío de culpa, después de todo el era detallista a un punto extremo y el que de entre todos los miembros del regeln fuera justamente a él quien escapara aquel objeto que detono le perturbaba bastante, quizá en efecto hubiera mejores a los que el vampiro había burlado. Sus ojos terminaron por abrirse por completo notando como cierta incomodidad ya no estaba, de igual manera otro tipo de incomodidad estaba en lugar de los vendajes, una más bien psicológica que provenía del espacio vacío a su lado en la cama.
Su rostro giro con sutileza, si bien la mayoría de las heridas estaban completamente curadas también era verdad que él no estaba aún sano completamente. El sol jugó una mala pasada provocando que los ojos del ángel se entre cerraran al alcanzar algunos rayos de este su rostro, y finalmente girar rehuyendo de esta manera al sol y encontrando una peculiar imagen delante de sí. Sus labios se curvaron, primero por saber pro fin donde se encontraba aquella amable demonio que con cada segundo que pasaba tenía un poco más de su agradecimiento e incluso un poco más de su interés, y segundo por la concentración que la joven mantenía en aquel objeto que revisaba con meticulosa actitud. Su mano se apoyo con dificultad en el colchón y su cuerpo giro para tratar de levantarse, el primer intento resulto poco fructífero quedando únicamente sentado y cambiando de inmediato su expresión a una de un leve enojo .
-Buen día Helena-, menciono como saludo que trataba de distraer la atención del hecho de que su segundo intento parecía estar a punto de fracasar cuando su peso se apoyo sobre sus pies y sus piernas trataron de levantarle, el esfuerzo fue evidente en su rostro y finalmente logro conseguirlo avanzando poco a poco hasta donde la demonio, paso a paso cual si recién aprendiera a caminar y al llegar delante de ella su cuerpo se inclino y su mano aparto un poco la pantalla de la demonio, haciéndola a un lado y llegando hasta sus labios para besarla de forma tranquila. El segundo motivo por el cual se encontraba molesto era porque de entre todas las personas ella habría sido una de las que lo viera herido de esa manera, y aquello además de que podría ser usado en su contra para molestarle, le era incomodo puesto que de una manera un tanto egoísta no quería mostrarse vulnerable ante ella.
-Veo que no soy el único adicto al trabajo- completo el saludo reincorporándose y avanzando de forma lenta en dirección contraria, sus ojos observaron en aquel instante el reloj más cercano y un gesto de preocupación se hizo evidente, intentando acelerar su andar en aquel punto más solo para notar que sus límites aun existían y si bien el dolor no era ya lo que le molestaba, ahora quedaba más bien esa sensación de aturdimiento proveniente de las heridas y la forma en que sus habilidades de sanación habrían cerrado cada cosa.
El sonido del teléfono no se hizo esperar y con dificultad su cuerpo giro hasta donde este se encontraba tomando la bocina y acercándola a sí. -¿Quién habla?- contesto demandante solo para que un gesto de sorpresa se hiciera evidente en su rostro, -Tessla- repitió dando a conocer de esa manera la persona que le hablaba. Su rostro entonces adquirió un tono pálido que era notorio pese a su ya blanco color y sus ojos adquirieron una expresión de sorpresa total ante las palabras que le eran dichas. -¿A qué te refieres con días de descanso?, yo no necesito eso… Tessla, Tesslaa- grito haciendo evidente que al menos la potencia de su voz había regresado, su gesto de enojo se hizo más notorio al colgar el teléfono y después de ello voltear a ver a donde el demonio se encontraba.
-¿Te gustaría Salí?, quizá debamos comprar comida o algo por el estilo?- menciono con cierto enfado ciertamente, pero modulando su tono, después de todo la joven no tenía la culpa de su enfado, sus pasos le dirigieron al cuarto de baño y al adentrarse en este solo se acerco a la tina escuchándose el caer del agua. –Si, aceptas entonces tomare un baño, creo que lo necesito, si no tendré que salir solo- menciono, pero su frase quedo entrecortada pues el sonido pesado de su cuerpo caer sobre el suelo no se hizo esperar escuchándose en toda la habitación, aquello no fue doloroso solo humillante y la figura del ángel permanecía al lado de la tina tendido en el suelo con cierto enfado, el día no parecía ir tan bien, al menos no en ese momento…
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| | | Helena Vanderbilt
Mensajes : 205 Fecha de inscripción : 10/05/2012
| Tema: Re: Descanso y recuperación. (Gerard Lightblade) Miér Mar 06, 2013 3:56 pm | |
| Al escuchar el saludo matutino proferido por el ángel desde la habitación su torso gira un poco para poder observarlo y una sonrisa calma se forma en sus labios para responder a aquel de una forma más tradicional de su parte, debido a que no quiere hacerle sentir peor de lo que seguramente el ya se siente dándole un trato diferente al acostumbrado. –Buenos días angelito.- Y de forma algo burlesca añade a aquel alegre saludo. –Realmente duermes como un ser propio de tu raza.- Vuelve su mirar hasta su pantalla para intentar no ver los andares torpes del hombre, dándole así un motivo menos para sentirse avergonzado fingiendo estar plenamente concentrada en su trabajo pero en realidad la mujer sólo realiza correcciones menores al documento que estaba redactando, el cual ya ha finalizado algunos minutos antes pero la tarea la realiza con tal entrega tan sólo para que el peliblanco no se sienta observado. Deja que este mueva su pantalla y su mano diestra sube al rostro de él al momento que sus labios se unen, dejando que la misma se deslice por la piel del ángel para poder estudiar con su tacto la textura de la misma, así sabiendo en que estado se encuentran las heridas que habían hecho que el día anterior le hubieran vendado la mitad del rostro mientras sus labios responden al movimiento de los ajenos por el tiempo que dura su beso.
Su rostro se gira y su mirada llena de curiosidad se posa en la figura masculina al sonar el teléfono, sin poder evitar su disimulo porque tal vez deseen avisarle que han capturado al vampiro y ella quiere tener la oportunidad de un encuentro con aquel ser por lo que su atención ahora se centra en intentar escuchar lo que el ángel habla por teléfono y no puedo evitar que una risita escape de sus labios, intentando que pase desapercibida al sofocarla de inmediato y adoptar una actitud seria al momento que el peliblanco se da la vuelta y la invita a salir, sonriendo como suele hacerlo, de forma arrogante y responde. –Claro que sí, pido el baño luego de ti.- Dice con un tono molesto característico para no demostrarse preocupada por su estado de salud ni divertida por los días libres que al parecer le han otorgado al juez de forma forzosa, aunque el apellido que el hombre ha mencionado le suena familiar de algún lugar. Le resta importancia a aquel detalle y se levanta abruptamente ante el sonido que se escucha desde el cuarto de baño, dejando rápidamente la computadora a su lado, en el sofá y caminando a pasos largos hasta donde se encuentra el hombre caído y no puede evitar empezar a reírse mientras le tiende una mano para ayudar a levantarlo, incluso adelantando su torso para inclinarse hacia adelante, sin importarle demasiado la tentadora perspectiva que puede dar en aquella posición a aquel hombre andando con tan poca ropa como se encuentra.
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| | | Gerard Lightblade Admin
Mensajes : 182 Fecha de inscripción : 07/05/2012 Localización : Aquí y allá
| Tema: Re: Descanso y recuperación. (Gerard Lightblade) Miér Mar 06, 2013 5:19 pm | |
| El golpe que aquel hombre se habría dado no era grave, su espalda estaba tendida sobre el suelo justo al lado de la bañera, un tono rojizo se hizo notorio al momento que la risa de la demonio se escucho, hasta cierto punto estaba esperando aquella reacción por arte de la pelinegra por lo cual estaba psicológicamente preparado, aunque el resultado era que sin importar cual preparado estuviera Helena seguía teniendo la mágica cualidad de conseguir romper su armadura y provocar esa clase de reacciones de su parte, sus ojos se cerraron y suspiro tratando de parecer lo más neutral posible ante aquella situación, dirigiendo su rostro que al quedar ya en posición de ver el de la demonio, no pudo más que cambiar su expresión por una de un tenue enojo. Su cuerpo trato de levantarse siéndole imposible sin tener una base fija de apoyo, especialmente tomando en cuenta que una de sus manos estaba aún herida y no poseía la fuerza suficiente para convertirse en su apoyo, sus ojos se cerraron y quedo inmóvil por unos segundos, escuchando con claridad el sonido del agua llenando aquella bañera y después de eso abriendo sus ojos y negando con la cabeza para girar está al lado desviando su mirada por completo de donde la demonio y controlando una reacción física producida por la posición que tenía y la extraña cercanía de la demonio, que al estar en su situación en aquel cuarto de baño, semidesnudo y en el suelo, no era fácil de conseguir no mostrar.
El leve gesto de molestia del ángel se mantuvo cuando no tuvo más remedio que extender su mano tomando la de la demonio, su peso y fuerza se apoyaron entonces en su espalda y en su abdomen el cual se tenso al momento de levantarse con cierta dificultad para sentarse en el suelo y al estar en esa postura dirigir una mirada de enfado a la chica. Aquella fugaz reacción del hábil juez no era más que una actuación sus dedos rodearon a la demonio con fuerza y su brazo se tensó al igual que su torso usando bastante de su fuerza en un movimiento que buscaba halar de la mano extendida de su huésped y al hacer esto llevarla a donde la tina que se encontraba ya casi completamente llena.
El mismo movimiento y fuerza usada en aquella travesura, ayudaron al joven de cabellos blancos a incorporarse, no sin hacer evidente el esfuerzo emprendido en su torso y piernas que le permitieron quedar de pie dando la espalda a la bañera donde esperaba que la demonio cayera. De forma bastante planeada, como solía ser el proceder del juez, su mano no soltaría a la de la chica y por el contrarío la tensión evidente en su brazo haría notar que en caso de que hubiera hecho caer a la joven de cabellos negros, esta extremidad y el resto del cuerpo del ángel buscarían suavizar su caída y dirigirla al interior del agua tibia. Las piernas de aquel hombre abren un tenue compas y sus pies descalzos buscan da una firmeza suficiente a su cuerpo, que guiado por el movimiento de caída de la chica, termina por dar media vuelta de forma brusca , y debido sobre todo a la debilidad física de aquel momento su cuerpo se inclina al frente.
Sus rodillas se flexionan y es su espalda, abdomen y parte alta de sus piernas que intentan suavizar la caída dejándolo, lo más gentilmente posible, de frente a la bañera donde el sonido del agua romperse ante la caída de la demonio era más notorio. El agua salpica sin mas cayendo también sobre el juez y cayendo en el suelo y conforme los segundos pasan tras aquello, la sonrisa maliciosa del astuto juez se forma en sus labios dirigiendo una mirada burlona a donde su apreciada demonio. Una carcajada sonora termina por ser exclamada por el ángel cuyo cuerpo obvia ya el dolor dando así muestras de mejoría y sus manos se sumergen para ayudar a la chica a emerger tras la caída que habría sido amortiguada por el agua de la bañera.
Al emerger la mujer solo encontraría aquel rostro divertido del juez cuyos cabellos blancos estarían pegados a su piel por causa del agua, y sin más sus labios se abrieron tras tomar algo de aire, aquello muestra de que pese a ser algo tan simple como una travesura de igual manera le costaba esfuerzo. –Creí que quizá querrías tomar el baño antes- dijo burlón y espero una respuesta de la demonio, y estando pendiente también por si había alguna venganza.
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| | | Helena Vanderbilt
Mensajes : 205 Fecha de inscripción : 10/05/2012
| Tema: Re: Descanso y recuperación. (Gerard Lightblade) Miér Mar 06, 2013 5:49 pm | |
| La expresión arrogante de la demonio pasa con facilidad absurda a una de sorpresa y otra de enojo al ser lanzada a la bañera, cayendo dentro de esta y quedando empapada no sólo su piel sino también aquellas piezas de ropa que aún posee sobre su cuerpo y de última instancia adopta una expresión vengativa pero juguetona. -¡Gerard Lightblade, me las pagarás!- Y sin más le jala el brazo con el que él se ayudo a levantar, sabiendo que es aquella extremidad que no se encuentra herida y aprovechando el lugar donde ya se encuentra intenta hacerlo caer dentro de la bañera con ella, para que también quede empapado completamente y así estén a mano, por lo menos por aquellos instantes.
De igual manera se hace a un lado para que cuando él caiga no se golpee con el cuerpo de la demonio que luego de que el ángel queda dentro de la bañera estira sus piernas lo más que puede hacia arriba haciendo fuerza con su abdomen para que también sean sus caderas las que se eleven mientras sus manos pasan con torpeza por la parte de atrás de su falda, buscando el cierre de la misma para bajarlo y así abrir la pieza, tomándola por el borde inferior con ambas manos y empezando a jalarla en dirección hacia arriba, para que al momento que queda la prenda a la altura de sus rodillas, sus piernas se flexionan un poco para que ahora el movimiento sea ayudado por la misma gravedad y luego de un empujón más la falda caiga en dirección a la bañera, siendo atrapada en el aire por una de las manos de la mujer pelinegra que mueve su brazo para soltar aquella empapada prenda en el suelo, a un lado de la tina y quedando ya solamente en ropa interior y medias, notándose ahora como el encaje de las últimas hace perfecta combinación con las piezas de lencería que sobre su cuerpo permanecen, tanto inferior como superior y la demonio sabe que más temprano que tarde deberá retirar ambas prendas para poder tomar un baño como debe ser, pero no tiene aún planeado si lo hará antes o después del ángel a pesar de que ambos se encuentren empapados, dejando que sea él quien tome la decisión de la forma en que ambos procederán a asearse mientras lo observa sonriendo, con una expresión vengativa, maliciosa, divertida y juguetona esperando la reacción de él ante su venganza tan rápidamente ejecutada.
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| | | Gerard Lightblade Admin
Mensajes : 182 Fecha de inscripción : 07/05/2012 Localización : Aquí y allá
| Tema: Re: Descanso y recuperación. (Gerard Lightblade) Miér Mar 06, 2013 7:40 pm | |
| El movimiento de la demonio era algo que tenia esperado, la tensión en su cuerpo no se hace esperar en el punto en el que es halado a donde la mujer intentando de forma inútil encontrar sustento y fuerza para su postura en el borde de la bañera. Su cuerpo termina siendo guiado al interior de la bañera donde la demonio ya habría hecho que el cayera, por momentos queda debajo del agua y alcanza a notar cómo es que ella saldría de aquel lugar. Pese a ser tomado por sorpresa por la joven Helena su actitud no le disgusta y por el contrario al momento que finalmente su rostro emerge aun mas empapado termina por sonreír a donde ella negando con la cabeza y observando aquella mirada de enfado proveniente de la chica de cabellos negros, sus ojos se cierran y un suspiro tras aquel leve altercado demuestra que el juez se encuentra bastante relajado pese a todo lo que ha ocurrido, el agua tibia ayuda un poco a sus heridas trayendo a su cuerpo cierta calma y es solo por ello que él decide no emerger, y por el contrario termina hundiéndose un poco en la bañera hasta dejar únicamente sus ojos y la parte alta de su rostro fuera de ella.
Pese al silencio que se hace tras el reclamo de la demonio la sonrisa de aquel hombre se mantiene al momento que termina por disfrutar un interesante espectáculo visual que provoca diversas reacciones en él, su cuerpo recupera un poco de fuerza y finalmente termina emergiendo para acercarse a la mujer tomando su mano y atrayéndola hasta donde él para terminar el mismo el delicado trabajo de pasar por el borde de la ropa de la demonio las yemas de sus dedos sintiendo con ellas el tacto de la piel húmeda de la joven. Su rostro cambia, si bien la intención no del todo, la travesura que ahora realiza aquel hombre es tan simple como dejar que sus manos sean las que recorran lentamente la piel de la joven, retirando de una forma lenta las prendas que estaban pegadas a su piel a causa del agua, tras hacer lo propio con las medias termina por lanzarlas al borde del baño.
-¿Qué te parece si declaramos un empate?-, menciona intentando ser lo más justo posible en aquella guerra de derribar al otro con la bañera, y conforme sus palabras son dichas su cuerpo baja a la altura del agua y sube nuevamente besando la piel de la chica hasta llegar a la prenda que esta aun tiene. Sus manos se colocan en las caderas de la demonio y sin preocuparse por el retirar aquella prenda simplemente la hace sumergirse de forma lenta, acomodando su figura debajo de ella y en el momento que ella quede dentro de la tina sentada lo haga sobre el cuerpo del ángel justo donde las prendas de amos representarían una leve barrera que pese a todo, por parte del juez al menos, no esconderían la reacción física que el juego provocaría.
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